La nueva vida de Kike Sarasola, fundador y mayor accionista de la quebrada Room Mate, el grupo hotelero que solicitó concurso de acreedores en junio, ha cambiado mucho desde esa fecha. O no. Coincidiendo con el anuncio de la solicitud de concurso de acreedores de la compañía, Sarasola confirmó una oferta vinculante que garantizaba la continuidad del negocio y de los 600 empleos hasta que culminara el proceso concursal. Detrás estaban el fondo estadounidense Angelo Gordon y la gestora hotelera canadiense Westmont Hospitality, que se hicieron con el negocio hotelero por 57 millones de euros. Esta cifra no refleja el valor real de la transacción, ya que el importe incluye el valor de la gestora hotelera transaccionada (cuatro millones de euros) más el pasivo que suponen los 600 puestos de trabajo y los contratos de arrendamiento heredados por el fondo y el gestor hotelero (53 millones de euros).
Fuentes empresariales consultadas por Cinco Días confirman que Sarasola sigue siendo el primer directivo de la gestora que controla los 21 hoteles de la cartera de la nueva Room Mate (perdieron los hoteles de Miami y Nueva York tras la denuncia de Sandra Ortega por impagos) y que continua ejerciendo el control absoluto de la parte operativa. Angelo Gordon es el socio capitalista y Westmont es el especialista hotelero que supervisa el trabajo de la gestora. “Kike ya no es propietario, pero cobra un sueldazo”. Fuentes cercanas a Sarasola rebaten esa afirmación y aseguran que esa remuneración es la misma que cobraba antes de que la empresa se declarara insolvente.
La percepción de esa remuneración, sin embargo, tiene los días contados. Sarasola tendrá que dejar su puesto en el momento en el que se culmine la liquidación de todos los bienes incluidos en el procedimiento concursal. “No tengo ninguna duda de que seguirá ligado a la compañía porque la marca no se entiende sin él”, explican fuentes cercanas al proceso. El resto de directivos de la compañía, entre ellos Carlos Marrero, vicepresidente del grupo, o Victor Fernández, consejero delegado, forman parte de la plantilla y tienen su futuro asegurado en la compañía por el compromiso pactado entre Room Mate y Angelo Gordon.
Será cesado cuando se liquide la empresa en concurso pero su entorno da por hecho que será contratado posteriormente
La inversión no le proporcionó ningún dividendo a Ortega y sí muchos quebraderos de cabeza. El pozo sin fondo de Room Mate desencadenó en una batalla encarnizada contra Jose Leyte, exgestor de Rosp Corunna. Ortega demandó en agosto de 2021 a Leyte por haber suplantando su firma en distintas comfort letters, una suerte de avales que presentó la firma que dirige (Inditex) para financiar a una de sus participadas (Room Mate). Ortega acusó a Leyte de administración desleal y falsedad documental al falsificar supuestamente su firma para que Room Mate tuviera acceso a créditos por valor de 140 millones de euros y presentó una demanda ante un juzgado de A Coruña. La demanda fue desestimada y el auto sostenía que “no cabe considerar indicios suficientes de una actuación por el querellado (…) en contra de la voluntad de la administradora única, ni realizada sin su consentimiento”.
En la lista de acreedores, el segundo que más deudas acumula es Abanca, con 35,6 millones de euros, seguido por Sociète Generale (17,6 millones), Deutsche Bank (13,8 millones), Banca March (11,2), Bankinter (10,1 millones) y el Ministerio de Economía, con 2,4 millones.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.