Desde hace un buen tiempo, los términos que acaban en -ismo se han apoderado del vocabulario cotidiano. Ya sean términos políticos, sociales, económicos, culturales, o incluso lingüísticos, el sufijo -ismo parece ser la manera más fácil de etiquetar todo aquello que se quiera describir. Sin embargo, esta tendencia ha llegado a saturar al público y algunos empiezan a mostrar su hartazgo ante tanto uso.
El sufijo -ismo es una forma de crear sustantivos a partir de un verbo, adjetivo o nombre, y se usa para designar una práctica, doctrina, teoría, ideología o movimiento. Entre los ejemplos más corrientes se encuentran palabras como machismo, feminismo, racismo o seudoprogresismo.
Según algunos analistas, esta tendencia hacia el uso excesivo del sufijo -ismo podría ser consecuencia de la simplificación del lenguaje que se suele usar en los medios de comunicación, donde se busca el impacto con términos que todo el mundo pueda entender. Sin embargo, esto ha llevado a que se pierda la riqueza y complejidad de los conceptos a los que se hace referencia.
Además, algunos han señalado que el uso indiscriminado del sufijo -ismo puede llevar a la polarización del debate público, a simplificar y estereotipar ciertas posturas o movimientos y en general, a debilitar la reflexión crítica sobre los temas que se tratan.
Aunque no es necesario dejar de usar términos que acaben en -ismo, sí deberíamos procurar que su uso sea preciso y adecuado al contexto en el que se emplean. En lugar de etiquetar una predisposición o práctica como “el machismo” o “el feminismo” se debería ser más específico en cuanto al fenómeno que se está describiendo, y procurar usar otras palabras en su lugar que resulten más precisas.
Al final, lo que importa es el contenido y la calidad de las ideas que se debaten, y no tanto las etiquetas que se les ponen. En lugar de caer en la moda de etiquetar todo con un -ismo, deberíamos esforzarnos por analizar y comprender sociológica y culturalmente aquello que se quiere describir y abordarlo de manera crítica y rigurosa.
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