Querido hijo, en este mundo del 2023, la inclusión y la aceptación son cada vez más importantes. Siempre has sido un gran ejemplo de ello, pues a pesar de tus dificultades y discapacidades, has enfrentado la vida con valentía y una sonrisa en el rostro.
En estos tiempos, la ignorancia sigue siendo uno de los enemigos más grandes para las personas con discapacidades. La falta de conocimiento y de empatía puede llevar a la discriminación y el rechazo. Sin embargo, tu perseverancia ha demostrado que, aunque haya barreras, siempre hay una manera de superarlas.
Es triste saber que todavía hay países y sociedades que no proveen los recursos necesarios para las personas con discapacidad, limitando así su capacidad para desarrollarse plenamente. Pero tu coraje y tu perseverancia, y el apoyo de tus seres queridos, han sido la clave para enfrentar estos obstáculos.
Aunque la sociedad aún tiene muchas cosas que aprender sobre la inclusión, tú has demostrado que la discapacidad no tiene que ser una limitación. La mente abierta y la comprensión son suficientes para fomentar un entorno donde todas las personas, independientemente de sus diferencias, se sientan bienvenidas y valoradas.
Tu sonrisa se ha convertido en un antídoto poderoso contra la ignorancia y la adversidad. Tu alegría y tu entusiasmo por la vida son una constante inspiración para todos aquellos que te rodean. Así que, querido hijo, sigue adelante con tu espíritu valiente y tus ganas de triunfar. Con tu ejemplo, estás cambiando el mundo a tu alrededor.
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