Alternativa para Alemania (AfD), el partido de ultraderecha alemán que se convirtió en la tercera fuerza política y primera de la oposición del país en las elecciones federales de 2017, inició este martes su campaña electoral federal en Schwerin, la capital del Estado septentrional de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde se erigió en defensor de los escépticos con la vacuna contra la covid-19.
Si en la carrera electoral de hace cuatro años su lema fue la lucha contra la supuesta “islamización” de Alemania por las políticas migratorias de la canciller, Angela Merkel, el eje de la campaña que se inicia ahora para los comicios del 26 de septiembre es la defensa de quienes se niegan a vacunarse. Como Alice Weidel, líder y candidata de AfD, para quien Alemania ha degenerado en un “Estado hippy”. Además, por primera vez, el partido defiende la salida de la UE.
Más información
El partido busca obtener réditos políticos de la polarización que suscita la pandemia y las medidas para paliarla, una estrategia con la que la AfD trata de hacer frente a unos sondeos que le auguran unos resultados por debajo de los obtenidos en 2017, cuando recabó el 12,6% de los votos. Las encuestas reducen ahora este apoyo a una franja que oscila entre el 9% y el 11% de sufragios a pesar de que la formación ha mantenido la línea dura que tan buenos resultados le dio hace cuatro años, sobre todo con las críticas a las políticas de inmigración y asilo de Berlín.
Tanto Weidel como el colíder y candidato de la formación ultra Tino Chrupalla, creen que AfD puede recuperar parte de ese apoyo electoral perdido convirtiéndose en adalid de los antivacunas, por lo que centra su atención en la lucha para eliminar las restricciones que se imponen a quienes no quieren vacunarse contra la covid-19. En el mitin de lanzamiento de su campaña federal, la candidata de la formación a la cancillería defendió que todo el mundo debe tener la libertad de decidir si afronta los posibles efectos secundarios de la vacuna. Weidel aseguró que discriminar a los alemanes sobre la base de si están inmunizados o no es inconstitucional. La líder de AfD advirtió al Gobierno de que si persiste en lo que definió como “polarización”, lo llevarán ante los tribunales.
Más Información
“No debe haber una vacunación obligatoria encubierta mediante el aumento de la presión [para vacunarse]” subrayó Weidel. Asumiendo el discurso del movimiento antivacunas, la candidata cuestionó su efectividad y proclamó: “Queremos volver a la normalidad, y la normalidad es la libertad para todos”.
La apuesta de AfD por convertirse en la voz de quienes se niegan a inmunizarse es un cálculo que no está exento de incertidumbre. Desde el inicio de la pandemia, el partido se ha opuesto a las medidas del Gobierno federal para combatir el virus y ha atacado a todos los políticos y organizaciones que han participado en la gestión de la crisis.
Esta estrategia se ha traducido en una pérdida de más de cuatro puntos en las encuestas en menos de cinco meses. Los sondeos le daban un 14% en enero de 2020 y en junio había bajado hasta el 9%, una tendencia que en agosto de 2021 se mantiene. Además, los servicios secretos internos han puesto bajo la lupa a AfD por su radicalidad, y el ministro del Interior, Horst Seehofer, ha afirmado que la extrema derecha es la principal amenaza a la seguridad del país.