En la frontera sur hay una militarización de la política migratoria. Desde 2019 con la llegada de la Guardia Nacional (GN), ante el incremento de los flujos de personas migrantes se dan hechos de violencia por su detención. “La represión es evidente y recurrente en las caravanas” afirmó Brenda Ochoa Ortiz, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova. AC.
Durante su participación en el Foro de Expertos e Integrantes de la Sociedad Civil “Analizando Políticas de Seguridad Ciudadana en Chiapas, Guardia Nacional y Migración”, organizado por el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE), el Centro Fray Matías de Córdova y la Red de Investigación sobre Guardia Nacional, dijo además:
“El uso de la fuerza de la GN es una evidencia. De acuerdo al último Informe son 28 mil los efectivos en ambas fronteras: norte y sur. Y aquí en el sur son 13 mil elementos que hacen detención migratoria. Ya son 63 mil las personas migrantes detenidas”.
Manifestó que la utilización de militares para detener a personas ya es una violación y no la implementación de la política migratoria segura y ordenada. “La GN pone en riesgo a las personas en lugar de darles protección. Son múltiples las violaciones”.
Señaló: “En 2019 se empezó a ver en el sur de la República la contención migratoria y hasta hoy siguen las estrategias militares y se dice que la GN es un cuerpo civil. Sus acciones militares solo se ven en la guerra o conflictos armados y no contra personas con necesidades humanitarias muy fuertes y muy sentidas”.
Ochoa Ortiz sostuvo que no existen programas migratorios, por eso la criminalización y represión de los elementos de la GN. Afirmó: “Estamos en una región totalmente olvidada. Hay muchos rezagos en los programas. Hay inoperancia institucional”.
A su vez, el presidente de CASEDE, el doctor Raúl Benítez Manaut, consideró que “hay un fracaso en lo que es el intento desde hace muchos años, de construir una política migratoria. Y también un fracaso de lo que los gobiernos hablan en términos retóricos de respeto a los derechos humanos, tanto de autoridades mexicanas como de las estadounidenses”.
¡Por supuesto que hay muchos actos que se comente en contra de la población migrante en la frontera norte!, afirmó. Y en el sur, la frontera tiene características muy distintas a la línea limítrofe con los Estados Unidos, comentó.
Desde Ciudad Hidalgo y Tapachula que son los grandes cruces fronterizos, pero hay otros pequeños hasta Chetumal y grandes cruces informales a través de la selva que generan muchos problemas.
De la Guardia Nacional (GN), comentó que no tiene enlaces en la frontera norte. Sus autoridades se comunican a Washington desde la Ciudad de México. En las ciudades fronterizas tienen muy poca comunicación con agentes fronterizos estadounidenses, por estar cerrados los puertos de acceso.
Y de acuerdo a comentarios que envió el doctor José María Ramos, de El Colegio de la Frontera Norte (ColeF) a este foro, antes de la pandemia por la frontera norte el flujo diario era de 1 millón de personas legales, el 95 Por ciento mexicanas, que van a trabajar a los Estados Unidos y regresan a México por la noche.
Y se hablaba de hasta 10 mil personas que tratan de cruzar sin documentos la línea fronteriza, que genera una concentración que aprovechan los “polleros” o traficantes para llevarlos por lugares muy peligrosos.
En estas concentraciones humanas hay mucha población vulnerable: mujeres y niñas que quieren cruzar a Estados Unidos y caen en manos de estas personas.
También señaló que uno de los elementos que caracteriza a la frontera norte es “una gran falta de coordinación de autoridades mexicanas con sus contrapartes de los Estados Unidos”.
Política de contención
El doctor Benítez comentó además sobre la retórica gubernamental “que habla del respeto a los derechos humanos de los migrantes y de seguimiento a la Ley de Migración de 2011; pero es una retórica porque en concordancia o por presión de Estados Unidos, desde junio de 2019 aplica una política de contención bastante intensa”.
“Y esto es para evitar que la población migrante no salga de los estados del sur de México y sean detenidos en las autopistas y carreteras y sean regresados a sus países”.
Respecto a los albergues comentó que son tantos los migrantes que sin insuficientes. En los que no hay agua, no hay comida y no hay atención especial para los infantes.
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