El pasado sábado alrededor de 5.000 personas salieron a las calles, en Lima, a manifestar su enojo con el actual Gobierno Pedro Castillo. El jueves, tan solo cinco días después, ciudadanos en la capital y catorce ciudades hicieron lo propio en avenidas y plazas, pero para respaldar el régimen de castillo que tomó el poder hace un año y medio.
Se aproxima la visita de la OEA
El 20 de noviembre, una comitiva de alto nivel de la OEA visitará el Perú durante un par de días para analizar la convulsionada situación política del país tras la solicitud de Pedro Castillo de activar la Carta Democrática. El sociólogo Omar Coronel piensa que no es una coincidencia que se organicen marchas de oposición por estos días. De hecho, se ha anunciado que la segunda edición Reacciona Perú se llevará a cabo, precisamente, el 20 de noviembre. “Existe una estrategia para mostrarle al mundo, sobre todo ahora con la venida de la OEA, que hay un rechazo masivo. Cuando uno revisa las encuestas el rechazo hacia el Gobierno oscila entre el 60 y 70%, pero eso todavía no se ha manifestado en las calles, porque tampoco hay mucho entusiasmo hacia la oposición”, señala.
La marcha a favor de Castillo
El jueves, el Congreso de la República se anuncia con manifestaciones en el centro de Lima. Se trataba de uno de los grupos que acudieron al llamado de la Toma de Lima una manifestación convocada por diversas organizaciones políticas, rurales y sindicales para marchar a favor del mandatario, Pedro Castillo, y en contra del Parlamento. Si bien la marcha estaba prevista para la tarde en la Plaza Dos de Mayo y el Plaza San Martín, pero por la mañana se fueron plegando más colectivos que desean el cierre del Congreso y un cambio de Constitución.
Trascendió que algunos de los líderes que encabezaron la movilización se reunieron en los días previos con Luis Alberto Mendieta, el jefe del Gabinete Técnico de la Presidencia. Por ello hay sospechas de que la marcha, más que espontánea, se gestó en Palacio. Sea como fuere, lo paradójico es que a diferencia de Reacciona Perú, que tuvo una respuesta limeña principalmente, la Toma de Lima se desarrolló a escala nacional. En la capital se calcula que hubo alrededor de 3.000 manifestantes. Pero se extendió en la costa, sierra y selva en por lo menos 14 regiones.
El hecho más reciente que podría continuar con esta crispación es que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso aprobó por mayoría el informe final que plantea inhabilitar al presidente Castillo por cinco años para ejercer cualquier función pública. Los delitos serían presunta traición a la patria y haber cometido infracciones a la Constitución por haber deslizado la posibilidad de otorgar una salida al mar a Bolivia en una entrevista a una cadena internacional. La calle aguarda paciente los siguientes estallidos.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.