El pasado sábado 10 de septiembre, el Festival de Cine de Venecia otorgó el León de Oro al documental ‘All the beauty and the bloodshed’, de Laura Poitras que denuncia la tragedia de los opiáceos y el escándalo en Estados Unidos por alimentar deliberadamente la dependencia a las drogas.
Es el segundo documental que se lleva el premio principal de Venecia tras Sacro Gra, de Gianfranco Rosi, que lo ganó en 2013.
La presidenta del jurado de esta edición, Julianne Moore, se mostró muy emocionada al anunciar el premio al filme de Poitras, que utiliza la vida de la fotógrafa Nan Goldin para hacer un paralelismo entre las muertes causadas actualmente por los opioides y las que causó el sida en los años ochenta.
La realizadora obtuvo su segundo prestigioso premio después del Oscar al documental Citizenfour (2015), producido junto al ‘lanzador de alertas’ Edward Snowden. Además, con el título Toda la belleza y la sangre, Poitras se convierte en la séptima mujer que obtiene el prestigioso León veneciano.
El León de Plata-Gran Premio del Jurado fue para Saint Omer, de la francesa Alice Diop, que cuenta un terrible hecho real, un infaticidio cometido en 2013 por una mujer senegalesa (mismo origen de la realizadora). Un filme que también consiguió el premio a la mejor ópera prima del festival.
La Copa Volpi a mejor actriz, como estaba previsto, fue para Cate Blanchett por su espectacular interpretación de una directora de orquesta en TAR y la de mejor actor para Colin Farrell, por su amigo abandonado de The Banshees of Inisherin.
Este filme se llevó además el premio a mejor guion para su director, el británico Martin McDonagh, en la primera película que rueda en Irlanda, de donde son sus padres.
El galardón a mejor director fue para el italiano Luca Guadagnino por la adaptación al cine de Bones and all, una historia de amor y canibalismo protagonizada por Thimothée Chalamet y Taylor Russell, que ganó el Marcello Mastroianni a la mejor intérprete joven.
El palmarés de la sección oficial se cierra con el Premio Especial del Jurado, para No Bears, un alegato pro libertad del iraní Jafar Panahi, encarcelado por su oposición al régimen de su país.
Venecia, que en los últimos años fue un trampolín para una exitosa carrera en Estados Unidos, dejó esta vez sin premio a las superproducciones de Netflix, que no salen en salas de cine. Entre las películas ignoradas figura Bardo, del mexicano Alejandro González Iñárritu, que dividió a la crítica.
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