#TALIBÁN #AFGANAS | Marwa, quien ha estado viviendo escondida con sus ocho hijos debido a su exmarido abusivo que incluso le rompió los dientes, ha sido aterrorizada durante años. Sin embargo, los líderes talibanes han anulado su divorcio y la están forzando a regresar con su exmarido. Anteriormente, muchas mujeres lograron separarse legalmente de sus esposos abusivos durante el gobierno respaldado por Estados Unidos, pero con el retorno del Talibán al poder en 2021, las autoridades pueden anular estos divorcios, lo que deja a mujeres como Marwa en una situación vulnerable. Vale mencionar que el nombre de Marwa ha sido cambiado por razones de seguridad.
Antes de divorciarse, soportó palizas que la dejaron con las manos y los dedos rotos. Quedó parcialmente calva por jalones de cabello.“Hubo días en que quedé inconsciente y las niñas me alimentaban”.
Marwa huyó con sus seis hijas y dos hijos a casa de un familiar, a cientos de kilómetros de distancia, y logró que se le concediera el divorcio. Ahora las leyes del talibán la obligan a regresar.
Nueve de cada 10 mujeres afganas experimentan violencia física, sexual o psicológica de su pareja, según la misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el país.
Sana tenía 15 años cuando se casó con su primo que la golpeaba, y con quien tuvo siete hijos. Se divorció de él, pero recientemente comandantes talibanes la amenazaron con quitarle la custodia de los niños si no regresa con su ex marido, que ya estaba casado con otra mujer. Sana volvió a huir cuando su esposo le anunció que había comprometido a sus hijas con talibanes. Las niñas le dijeron a su madre que preferían suicidarse a tener ese futuro.
En un informe presentado ayer, el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett, encontró que el trato de los talibanes a mujeres y niñas “puede equivaler a persecución de género, que es un crimen de lesa humanidad”.
Los universitarios afganos retomaron ayer sus estudios tras las vacaciones de invierno, pero las mujeres aún tienen prohibido estudiar.
En tanto, el gobierno autonómico de Cachemira Azad, bajo control de Pakistán, impuso el pañuelo islámico o hiyab para las estudiantes y profesoras en centros educativos mixtos.
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