El mundo de las redes sociales ha sido un terreno fértil para el crecimiento y desarrollo de numerosas empresas tecnológicas. Sin embargo, a medida que estas plataformas se expanden, también surgen problemas relacionados con la toxicidad y el contenido perjudicial. Un ejemplo de esto lo encontramos en Facebook, TikTok y ChatGPT, que han sido señalados como promotores de discursos de odio y desinformación.
Detrás de la limpieza de este contenido tóxico se encuentran trabajadores en países como Kenia, quienes luchan por mejorar sus condiciones laborales. Estos empleados se encargan de revisar y eliminar publicaciones ofensivas, violentas o inapropiadas que se comparten en estas plataformas tan populares. Sin embargo, su trabajo muchas veces es poco reconocido y mal remunerado.
La lucha laboral de estas personas se centra en exigir un salario justo, ya que actualmente apenas reciben tres euros por hora de trabajo. Esta remuneración es insuficiente para cubrir sus necesidades básicas y tampoco refleja el valor y la importancia de su labor en la moderación de contenido. Además, enfrentan condiciones laborales precarias y una alta presión emocional debido a la exposición constante a material perturbador.
Es importante destacar que estas empresas tecnológicas tienen la responsabilidad de garantizar un entorno seguro y libre de contenido perjudicial para sus usuarios. Sin embargo, la externalización del trabajo de moderación a países en vías de desarrollo, donde los costos laborales son más bajos, plantea interrogantes sobre la ética y la equidad en este sector.
Columna Digital ha dado voz a estos trabajadores que luchan por una mejora en sus condiciones laborales. A través de sus testimonios, se visibiliza la precariedad y el impacto emocional de este tipo de trabajo. Es necesario que estas empresas asuman su responsabilidad social y adopten medidas para garantizar un trabajo justo y digno para quienes se encargan de mantener a salvo la integridad de sus plataformas.
En resumen, el rol de los trabajadores que limpian el contenido tóxico en Facebook, TikTok y ChatGPT desde países como Kenia es fundamental para la protección de los usuarios. Sin embargo, es imprescindible abordar la problemática que enfrentan en cuanto a condiciones laborales y salariales. Las empresas tecnológicas deben priorizar la seguridad y el bienestar de su personal, y no perder de vista la importancia de su labor en la construcción de un entorno saludable en las redes sociales.
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