Tras casi un cuarto de siglo desde su creación, y una década haciendo series originales, la poderosa Netflix por fin se ha coronado con los premios más codiciados de la televisión. Y lo ha hecho con doblete. La plataforma de streaming ha ganado este domingo el Emmy a mejor serie de drama con The Crown, la historia que relata a través de la ficción la vida íntima de la familia real británica, y mejor miniserie con Gambito de dama, una producción que cuenta la epopeya de una joven prodigio que se abre camino en el competitivo mundo del ajedrez.
Nunca antes una plataforma de streaming había ganado a la vez en sendas categorías. Con estos triunfos, se termina de culminar el dominio de una marca que transformó la forma de ver televisión. El otro gran ganador de la noche fue Ted Lasso, elegida la mejor comedia del año, una producción de Apple TV+, plataforma que todavía no ha cumplido los dos años.
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The Crown en su cuarta temporada se alza con una batería de hasta siete premios de drama, incluyendo guion, dirección, actriz principal (Olivia Colman, por su papel de la reina Isabel II), actor principal (Josh O’Connor, interprete del Príncipe Carlos) actriz de reparto (Gillian Anderson, por su Margaret Thatcher, que le valió tantos aplausos como críticas). Ocurrió además algo inusual en esta edición: dos actrices se llevaron un Emmy por interpretar al mismo personaje. Claire Foy se hizo con un Emmy técnico a Mejor invitada justo hace una semana por su breve cameo como la joven monarca The Crown. Imelda Staunton ya rueda la quinta y sexta temporada como la tercera última Isabel II.
Sonrisas
Una de las sorpresas de la noche fue el premio a mejor actor de reparto en serie dramática para Tobias Menzies por su interpretación del Duque de Edimburgo en The Crown, meses después de la muerte del personaje real. Las fichas estaban puestas en Michael K. Williams, fallecido el 6 de septiembre, por su secundario en Territorio Lovecraft. A Williams nunca lo nominaron a un Emmy por su icónico Omar Little, el delincuente con corazón de The Wire, ni por su Chalky White en Boardwalk Empire. Este parecía un momento para salvar aquella injusticia. Aunque el verdadero golpe en la mesa lo dio Gambito de Dama al final de la velada cuando alzó el premio a mejor miniserie, por encima de Mare of Easttown, que sí obtuvo tres premios actorales.
Ted Lasso, que llegó como la comedia favorita de 2020, arrancó fuerte la noche. En cuestión de minutos se hizo con tres de las cuatro categorías de actuación de su género: Jason Sudeikis, que interpreta al entrañable entrenador de un equipo de fútbol, cumplió con todos los pronósticos y se llevó el premio a mejor actor principal en comedia. El cómico escribe el guion, protagoniza y produce la serie estrella de Apple, que ya ha confirmado una tercera temporada con una importante subida de sueldo para todos (Sudeikis se embolsará millón por episodio). La noche quedaba redonda con la victoria de Brett Goldstein al mejor actor de reparto; y Hannah Waddingham, quien interpreta a la dueña del club, a mejor actriz de reparto. Todo iba según lo planeado hasta que se cruzó Hacks en el camino.
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La serie de HBO Max, sin estrenar en España, narra la vida tras bastidores de una comediante de stand up en el ocaso de su carrera. Ganó los premios mejor guionista y director de comedia. La legendaria Jean Smart se llevó su cuarto Emmy, esta vez a mejor actriz, con un merecido protagónico que le llegó a las puertas de los 70 años. Le dedicó el premio a su marido, muerto en marzo. Aunque la serie amenazó con opacar la gran noche de Ted Lasso, no fue suficiente para el sorpasso y la producción británica de Apple se hizo con el galardón a mejor comedia del año.
El premio a mejor actriz principal en una miniserie, una de las categorías más competitivas de la noche, fue para Kate Winslet por Mare of Easttown. La estrella de cine que se asoma a las series de vez en cuando le arrebató el galardón a otras favoritas como Michaela Coel, que se hizo con el mejor guion por Podría destruirte, y la estrella emergente Anya Taylor-Joy. El drama criminal dio también a Julianne Nicholson su primera nominación y su primer Emmy a mejor actriz de reparto por su cruda y sensible interpretación de Lori, la mejor amiga de Mare. Evan Peters ganó como mejor actor de reparto, un premio que puede deberse a una de las mejores interpretaciones de una borrachera en televisión.
Gala presencial sin momentos memorables
La 73º edición de los Premios Emmy han sido los primeros premios de Hollywood presenciales en toda regla desde la pandemia. Nada de zoom, ni mascarillas, aunque hubo parte del elenco de The Crown que se reunió a altas horas de la noche a agradecer su pila de premios en Londres. Por supuesto, el anfitrión Cedric the Entertainer, un comediante que tuvo su apogeo en los noventa, lanzó varios chistes de vacunas y cuarentenas. La velada avanzó rápido y no dejó prácticamente ningún momento memorable. Al final, acabó con 10 Emmy para Netflix, cuatro para Apple TV + y HBO (el canal de cable), respectivamente, y tres para HBO Max (plataforma de WarnerMedia).
La ceremonia se celebró en una carpa techada en el Event Deck, un área ubicada en el centro de Los Ángeles a pocos metros del Teatro Microsoft, que solía acoger la fiesta de la Academia de la Televisión de Estados Unidos. “¿Qué hacemos aquí? Dijeron que esto era al aire libre, ¿por qué hay un techo sobre nosotros?”, espetó Seth Rogen al arrancar los premios que se habían anunciado que serían al aire libre. Eso sí, todos los asistentes debían presentar su certificado de vacunación. En su discurso de agradecimiento, Kate Winslet dijo una verdad del tamaño de una catedral: “Mare of Easttown nos permitió hablar este año de algo más que una pandemia global”. De eso se trató básicamente esta noche. De premiar a las producciones tras más un año de encierro en el que medio planeta no tuvo nada mejor que hacer que ver series en bucle.