En un reciente anuncio, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha dado a conocer su intención de tomar medidas enérgicas contra aquellos individuos que se hacen llamar chamanes, brujos y curanderos. Según el SAT, estos individuos han estado operando fuera del ámbito legal y sin pagar impuestos, lo que representa una evasión fiscal considerable.
El SAT ha identificado a estos individuos como parte de una economía informal que ha estado creciendo en los últimos años. Según las autoridades, estos chamanes y curanderos prometen curaciones milagrosas y servicios espirituales a cambio de altas sumas de dinero, pero no están cumpliendo con sus responsabilidades fiscales.
La decisión del SAT de perseguir a estos individuos se basa en la necesidad de garantizar que todos los ciudadanos contribuyan equitativamente al sistema fiscal. Según el SAT, estos chamanes y curanderos han estado aprovechándose del sistema y evadiendo sus obligaciones tributarias. Además, se estima que sus actividades informales tienen un impacto negativo en la economía y en los proveedores legítimos de servicios de salud y bienestar.
Esta acción del SAT ha generado tanto apoyo como críticas. Algunos aplauden la medida como una forma de asegurar que todos los ciudadanos hagan su parte justa para contribuir al país. Sin embargo, otros argumentan que la persecución de estos chamanes y curanderos puede ser considerada como una violación de la libertad religiosa y de prácticas ancestrales.
En conclusión, el SAT ha anunciado su determinación de tomar medidas enérgicas contra aquellos que operan en la industria de curandería y brujería sin pagar impuestos. Si bien esta acción ha generado un debate acalorado, el SAT espera que su enfoque firme asegure la equidad en el sistema fiscal y proteja la economía en general.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.