Un teléfono móvil del presidente francés, Emmanuel Macron, se encuentra entre los posibles objetivos del espionaje de Marruecos, estrecho aliado de Francia, según revelaron este martes el consorcio de periodistas Forbidden Stories y la organización no gubernamental Amnistía Internacional.
No está comprobado que el móvil de Macron acabase siendo espiado por los servicios marroquíes. Pero su número figura en la lista de más de 50.000 teléfonos potencialmente infectados por el programa Pegasus, de la empresa israelí NSO Group, que permite a los Estados que lo adquieren captar llamadas, mensajes, contactos y fotografías de los aparatos atacados, e incluso activar el micrófono y la cámara.
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Además de Macron, 13 jefes de Estado y de Gobierno aparecen en la lista, incluido el propio rey de Marruecos, Mohammed VI, según The Washington Post, uno de los diarios que ha publicado las revelaciones. En la lista están los presidentes de Irak, Barham Salih, y de Sudáfrica, Cyiril Ramaphosa, y los primeros ministros paquistaní, Imran Khan; egipcio, Mosfafá Madbouly, y marroquí, Saadedín el Otmani.
También varios ex primeros ministros –entre ellos, el francés, Édouard Philippe– y 14 ministros de Francia, según Le Monde. Sin embargo, no existen pruebas, de que los teléfonos de todos ellos fuesen pirateados, pero sí que al menos fueron seleccionados como candidatos a serlo.
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En el caso francés, Le Monde y Radio France señalan a los servicios marroquíes como el origen del intento de espionaje a su jefe de Estado. “Si los hechos se demuestran, evidentemente son muy graves”, asume una fuente del palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa, que exigió anonimato.
“Se hará toda la luz sobre estas revelaciones de prensa”, añadió la fuente. Desde que el domingo se publicaron las primeras revelaciones sobre el supuesto uso de Pegasus. Por parte de Marruecos, contra periodistas franceses, París ha evitado criticar a Rabat y ha condicionado su reacción a la demostración factual de las revelaciones.