La tensión política dentro de la Cuarta Transformación (4T) se agrava con el nuevo arresto de Gustavo “N”, conocido como “El Viejón”, líder de La Barredora, un grupo criminal que ha estado operando en Jalisco y Guanajuato. El operativo, llevado a cabo por el gabinete de seguridad federal, no solo sublimó la creciente fragilidad del poder de Adán Augusto, coordinador de Morena en el Senado, sino que también puso de relieve las complicaciones derivadas de su pasado en Tabasco, donde esta organización delictiva tuvo sus inicios.
Este arresto se inscribe en un esfuerzo más amplio de las autoridades para acorralar a los mandos de la Barredora, que, al igual que “El Viejón”, están conectados con el temido Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, afirmó que la detención de “El Viejón” es crucial para reducir los índices de violencia en la región del Bajío, subrayando que en los últimos meses los homicidios en Guanajuato han disminuido en un 56,1%.
Sin embargo, esta operación no es solo un golpe contra el crimen organizado, sino que también se convierte en un arma de presión en este complicado entramado político. Adán Augusto, que ha estado enfrentando un creciente descontento en el seno del oficialismo, ahora se encuentra en la cuerda floja. Las acusaciones que rodean su figura son cada vez más múltiples, desde vínculos sospechosos con líderes criminales hasta cuestionamientos sobre su riqueza no declarada, que incluye millones de pesos en cuentas bancarias de las que no ha rendido cuentas fiscales.
Con cada arresto y cada declaración, el riesgo para Augusto se incrementa. La posibilidad de que los detenidos ofrezcan testimonios que lo involucren en actividades ilícitas crea un clima de incertidumbre. Aunque ha negado cualquier implicación y atribuye las acusaciones a una campaña en su contra dentro del mismo partido, la sombra de la imputación sigue oscureciendo su futuro político.
Este escenario manifiesta no solo una lucha contra el narcotráfico, sino también un reacomodo de posiciones al interior del gobierno. La política, al igual que el crimen, se entrelazan en esta narrativa donde cada movimiento puede ser decisivo. Con el arresto de “El Viejón”, se espera que las fuerzas federales continúen enfocándose en desarticular a La Barredora y otros grupos criminales mientras la presión sobre Adán Augusto aumenta, dejando en el aire cómo esto afectará su influencia y la estabilidad de la 4T en tiempos de crisis.
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