Retrasar la maternidad se ha convertido en una cuestión muy deseable para muchas mujeres que priorizan otros aspectos de su vida, antes de sumergirse de lleno en la experiencia de traer un bebé al mundo. O eso, o que por diversas circunstancias no han podido ser madre antes. En cualquier caso, España encabeza el retraso en la maternidad en Europa. Entre 1985 y 2012, la edad media de las mujeres para convertirse en madres se ha aplazado de los 26 a los 30 años y medio. Ese aumento indica, en la práctica, un retraso significativo de años en los que se plantean tener hijos, para situarla en unas edades en las que la fertilidad decae de forma acelerada, tal y como recoge un informe realizado por el CED de la Universidad Autónoma de Barcelona.
En otros países, como en Suecia, por ejemplo, el 25% de los nacimientos son ahora de mujeres de 35 años o más. En Dinamarca, la proporción de niños nacidos de mujeres mayores de 40 años se ha cuadriplicado desde 1985. ¿Cuáles son las ventajas y beneficios de tener un hijo a partir de esta edad? “Cubrir las necesidades emocionales de un bebé es una tarea sencilla, si el cuidador principal puede entrar en sintonía con él, y en este sentido, la altísima motivación de estas madres ayuda mucho”, nos cuenta la psicóloga y terapeuta Marisa Parcerisa, y directora de Psicotools.
La paciencia: el pilar fundamental
Y en este sentido, y para Marisa Parcerisa, el secreto está en la paciencia. “En el caso de un bebé, como solo puede expresar sus necesidades con el llanto, las madres mayores pueden abordar momentos de tensión con una mayor serenidad, aportando esa sensación de protección y acompañamiento que harán que el niño crezca seguro”, explica. “Creo que estas mujeres están enfocadas en la crianza con madurez, más sintonizadas con su hijo y con buenas provisiones de paciencia para calmar y poner límites más adelante, unos mimbres apropiados para tejer el cesto de la vida de la criatura”, continúa.
Aumento de conciencia del autocuidado del bebé
Decidir tener un bebé a esta edad es algo muy meditado y controlado, por lo que las mujeres que optan por dar ese paso están más concienciadas, dados los riesgos que se puedan presentar en el embarazo, los riesgos y las complicaciones y en cuanto a la crianza del niño en general. “Las madres mayores de 40 se cuidan a conciencia y se suelen mostrar muy responsables en cuanto a todo lo que implica una gestación en esta fase de la vida, acudiendo con más frecuencia a los controles médicos.
Mujeres repletas de energía
Otra de las cuestiones más escuchadas es que el nivel de energía de las madres o padres mayores disminuyen a medida que envejecen, sin embargo, esto no es del todo cierto, tienen más energía de lo que se piensa, o al menos es lo que otra investigación determinó hace algunos años en mujeres, incluso, de cincuenta años. En este caso, fueron madres mediante donación de óvulos, y en el estudio, publicado en el National Library of Medicine (NIH), y realizado por Richard Paulson, Director de fertilidad de la USC, y Anne Z. Steiner, especialista en endocrinología reproductiva e infertilidad, llegaron a la conclusión de que sus niveles de energía y forma física eran similares a las mujeres con niños de entre 30 y 40 años.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.