Por Teodoro Lavín León
La verdad es que todavía no entiendo el porqué hemos de tener en México una consulta para juzgar a los ex presidentes y creo que sólo es una injustificable manera de tirar el dinero. Seguir perdiendo el tiempo en una serie de distractores como éste ya no funciona como al principio, la gente ya se cansó y encontró el porqué de la manera de jugar con la información.
Más información
Nadie puede negar la gran capacidad del Presidente de la República para manejar la comunicación y su talento para salirse por la tangente sin decir nada sobre lo que no quiere que se difunda. Ahora la mayoría lo entiende y eso hace que su comunicación sea menos efectiva; las cosas cambian y, le guste o no al gobierno, la gente aprende y cada día está más al pendiente de qué hay que hacer y cómo.
La nueva conformación de la Cámara de Diputados, si no hay traidores, servirá para que se tenga que negociar muchas iniciativas, y que éstas puedan no pasar tal como vienen del ejecutivo, sino con las modificaciones de los demás partidos que no están con el presidente.
Por ejemplo, si hacemos un verdadero análisis del discurso de lo que se dice en las mañaneras, dejando a un lado las repeticiones que son muchas y las descalificaciones e insultos que, para mi gusto, ya son excesivas.
Lo que no podemos negarle al ejecutivo es que logró que exista cada día más una separación entre grupos de ciudadanos, acabando con la clase media que -según él- se ha convertido en “fifí”, cosa que no tiene porque, por lo regular, está formada por profesionales que, si bien no ganan mal y tienen el recurso suficiente para tener una casa, un buen carro y poder tener viajes y vacaciones, son ciudadanos que viven de su trabajo y esfuerzo honestos, y que están justificadamente enojados por la forma en que se les trata; creo que es un error el creer que se va a poder modificar a las clases sociales en un mundo globalizado como el que vivimos; además de tener una inmensa frontera con Estados Unidos que no nos permitirá, les guste o no, que pase lo que en Venezuela.
México es un país que no ha sabido aprovechar la cercanía con el vecino del norte y menos el Tratado de Libre Comercio, después de, por ejemplo, ver en diez años el desarrollo de Portugal, que es impresionante; lo que el apoyo de la Comunidad Económica Europea ha hecho con el país es otro totalmente diferente a la vuelta de los años, y Portugal es hoy un país con infraestructura de primer mundo, con seguridad, con desarrollo en sus población, no hay pobreza como en nuestro país, hay gente más rica o más pobre pero no pobreza extrema, y siempre hay vagos, pero la verdad sus ciudades son limpias, perfectamente iluminadas y con una policía que responde a los ciudadanos; todo mundo cumple con las medidas gubernamentales y a una hora determinada se cierra los bares y restaurantes y entran a trabajar los recolectores de basura que las tienen limpias y ordenadas.
La restauración de las maravillosas obras artísticas que existen en cientos de catedrales capillas y edificios en el país han sido restauradas de una forma impresionante. Nunca imaginé el gótico y el barroco mezclados en Portugal, pero así es. Las carreteras son de primer mundo, la gente vive bien y en los últimos años la clase media, ésa a la que el presidente intenta promover que se desprecie ahora en México, trabaja y sale adelante, paga impuestos y disfruta de un verdadero desarrollo. La verdad, es impresionante después de varios años de haber venido por primera vez a este país el cambio que se ha dado de manera verdaderamente espectacular.
Mientras tanto, en nuestra mediocridad nosotros estamos perdiendo el tiempo en consultas que cuestan millones y que no son sino un distractor más para aprovechar la ignorancia de gran parte de la población.
Eso, perdón, no es trasformar el país, éste se transforma como lo han hecho los países europeos, con orden, con respeto a la ley y con lo que todos necesitamos: paz y trabajo para todos. ¿Algún día aprenderemos? Por desgracia, lo veo difícil, ¿no cree usted?