La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha calificado este viernes de “agresiva” y “desproporcionada” la reacción de Francia después de que Italia rechazase la acogida de los 234 migrantes, entre ellos 57 niños, a bordo del barco humanitario Ocean Viking. La mandataria Italiana ha declarado: “El Ocean Viking que hoy ha atracado en puerto francés es la primera nave de una ONG que lo hace en Francia y lleva 234 migrantes, lo que ha generado una reacción muy dura respecto a una nación, Italia, que desde el comienzo del año ha recibido a casi 90.000 migrantes en su territorio nacional”. Meloni también ha pedido “una solución europea” al problema migratorio. Como medida de represalia, París ha anunciado la suspensión de un plan para acoger a 3.500 refugiados que se encuentran actualmente en Columna Digital transalpino.
La llegada a Francia del Ocean Viking, que ha atracado este viernes en la base naval francesa de Tolón (sureste del país), ha generado un enfrentamiento entre París y Roma por el rechazo del Gobierno italiano a que el barco desembarcara a los migrantes en su territorio para proceder después a un reparto entre varios países europeos.
El barco humanitario Ocean Viking rescató a los 234 migrantes hace tres semanas en aguas del Mediterráneo, frente a las costas de Libia. La embarcación recibió permiso de Francia para dirigirse a su costa tras solicitar sin éxito un puerto seguro en Italia. La nave ha llegado al muelle de Tolón alrededor de las nueve de la mañana y, acto seguido, “sus pasajeros comenzaron a desembarcar”, ha explicado en una conferencia de prensa el prefecto de la región, Evence Richard.
Laurence Bondard, de la ONG SOS Méditerranée, que opera el barco, ha declarado a la agencia de noticias AFP: “Hay mucha emoción a bordo, todo el mundo está muy, muy cansado, pero aliviado de llegar a tierra. Es el final de un calvario”. Se trata del primer desembarco en Francia de un navío de rescate que ayuda a migrantes en el Mediterráneo.
El Gobierno de Meloni, líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia, ha alegado que otros países deben asumir una mayor responsabilidad en la acogida de migrantes que intentan llegar a Europa desde el norte de África cada año.
El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, recriminó este jueves la inacción de Italia: “Es a título excepcional que acogemos este barco, teniendo en cuenta los quince días de espera en el mar que las autoridades italianas han hecho sufrir a los pasajeros”. El ministro criticó el comportamiento “incomprensible” y contrario al “derecho internacional” de Italia, y ha advertido que habrá “consecuencias” en las relaciones bilaterales.
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Solicitudes de asilo
La portavoz de SOS Méditerranée, Meryl Sotty, ha explicado a la AFP que un médico subió a bordo antes de que atracara para identificar a los pasajeros más vulnerables y desembarcarlos primero, seguido de los niños, mujeres y familias.
Los migrantes van a ser llevados a una zona de espera hasta que se tramiten sus solicitudes de asilo. En el caso de las personas que no tengan derecho a solicitar asilo o puedan suponer un riesgo para la seguridad, se iniciará el procedimiento “para que vuelvan a sus países de origen”, ha señalado el director general de Extranjería, Éric Jalon.
Darmanin ha explicado que serán nueve los países europeos encargados de acoger a dos tercios de los migrantes, y el tercio restante se quedará en Francia. Alemania acogerá a “más de 80″, mientras que Croacia, Rumania, Bulgaria, Lituania, Malta, Portugal, Luxemburgo e Irlanda también contribuirán en nombre de la “solidaridad europea”, detalló.
En represalia por la postura de Italia, Francia ha suspendido un plan para acoger a 3.500 refugiados que se encuentran actualmente en Italia, en el marco de un acuerdo europeo de reparto de migrantes, e instó a Alemania y a otros países de la Unión Europea (UE) a hacer lo mismo. La policía francesa ha anunciado este viernes que ya ha reforzado los controles en varios pasos fronterizos con Italia.
Francia estima que, en virtud del derecho marítimo internacional, Italia debía acoger al Ocean Viking. El ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani, declaró esta semana que estaba enviando una señal a las naciones de la UE de que deben ayudar más a Italia en el tema de la acogida de migrantes. Según las leyes internacionales, los barcos en situación de peligro o con personas rescatadas deben ser autorizados a atracar en el puerto más cercano.
Esto implica que Italia y Malta sean las tierras de desembarco de la mayoría de los migrantes que zarpan desde Libia. En junio, una decena de países europeos, incluyendo Francia, acordaron aceptar a los migrantes que entren por Italia y otros países. Tajani ha explicado que la reticencia de Roma a admitir barcos es una maniobra para presionar a la UE a adoptar un papel más activo. Roma quiere “un acuerdo para establecer, en base a la población (de cada país), cómo reubicar a los migrantes con derecho de asilo”, ha dicho Tajani. En lo que va de año, solo 164 migrantes han sido trasladados desde Italia hacia otros países, lo que Roma considera insuficiente. Desde el 1 de enero, más de 88.000 personas han llegado a sus costas.
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