La receta fue la habitual. Primero, hablar de casos o investigaciones reales sobre corrupción para generar un clima de desconfianza. Segundo, sembrar confusión mencionando a organizaciones y personas que nada tienen que ver con la corrupción o que precisamente se dedican a combatirla. Y tercero, señalarlas públicamente por ejercer derechos constitucionales e incomodar al poder. Andrés Manuel López Obrador aplicó de nuevo esa fórmula el miércoles al intentar intimidar a los integrantes del consejo consultivo de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). Mostró las fotos de los asesores externos de la ONG presidida por Amparo Casar para descalificar sin argumentos algunos de ellos. Doce miembros de ese comité han condenado este viernes el enésimo ataque del presidente.
“Nos preocupa la intención y los efectos perjudicales de este señalamiento público realizado por López Obrador”, lamentan los firmantes del documento, entre los que se encuentran el exministro de la Corte José Ramón Cossío, el escritor y periodista Héctor Aguilar Camín, la politóloga Edna Jaime o el economista Enrique Cárdenas. El mandatario mostró además una fotografía de hace años, “por lo que algunos de los aludidos ya no forman parte de ese consejo”. En cualquier caso, lo más grave es el intento de jefe de Estado de presionar a ciudadanos que ejercen un derecho constitucional. “Formar parte de asociaciones civiles para impulsar causas de interés social es un derecho y en muchos sentidos un deber cívico”, señala el escrito.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.