México y EE. UU. refuerzan pacto para limpiar río Tijuana

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha anunciado un significativo acuerdo con las autoridades mexicanas para abordar la alarmante contaminación del río Tijuana, cuyo recorrido comienza en México y cruza hacia Estados Unidos. Este acuerdo se formalizó a través de la Minuta 333, publicada recientemente, y es el resultado de intensas negociaciones entre representantes de ambos países. En junio, se había firmado un memorando de entendimiento en el que participaron la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, Alicia Bárcena, y el director de la EPA, Lee Zeldin.

El memorando establecía la necesidad de una nueva acta antes del 31 de diciembre, lo que ha llevado a compromisos concretos: por un lado, se evaluará la viabilidad técnica y económica de la instalación de un emisor submarino en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales San Antonio de los Buenos, impulsada por el Banco de Desarrollo de América del Norte, y, por otro, se destinarán 700 millones de dólares a fortalecer las capacidades de limpieza del río.

Entre los compromisos se destaca la ampliación de la capacidad de tratamiento de aguas en la planta, que deberá permitir el procesamiento de más de 1,900 litros por segundo, lo cual representa un aumento de 1,100 litros respecto a su capacidad actual. Adicionalmente, se desarrollará un cronograma para la limpieza rutinaria de aguas residuales y se establecerá una fórmula de reparto de costos para las operaciones de limpieza y dragado en el río, ante las quejas de los residentes de California.

México, por su parte, asume el compromiso de construir y mantener la cuenca en el Cañón Matadero, bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa Nacional, con la meta de concluir estos trabajos antes del inicio de la temporada de lluvias de 2026. Para ello, se gestionará una cuenta en el Banco de Desarrollo destinada a financiar la operación y mantenimiento de las obras, asegurando además un apartado de ahorro para prolongar la vida útil de las instalaciones.

No obstante, el contexto de este acuerdo ha estado marcado por presiones externas. Recientemente, el expresidente Donald Trump amenazó con imponer un arancel del 5% a las importaciones de México si el país no cumplía con sus obligaciones en relación al Tratado de 1944 sobre el agua. El tratado estipula la entrega de aproximadamente 246 millones de metros cúbicos de agua antes de fin de año. Trump ha instado a México a resolver los problemas de agua y saneamiento, que tienen un impacto directo sobre las comunidades de California.

La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha respondido a estas afirmaciones, aclarando que la entrega del agua, como se estipula en el Tratado de 1944, se realizará de manera gradual. Además, ha enfatizado que los avances en la limpieza del río Tijuana son un compromiso activo, recordando que Estados Unidos también tiene responsabilidades que cumplir, como la ampliación de la planta de tratamiento en San Diego, que aún no se ha finalizado.

Este esfuerzo para limpiar el río Tijuana no sólo busca mitigar la contaminación que afecta a ambas naciones, sino que también refleja un enfoque colaborativo en la gestión de recursos hídricos transfronterizos. La cooperación entre México y Estados Unidos será crucial para asegurar la sostenibilidad del río y, por ende, la salud ambiental de las comunidades que dependen de él. A medida que se avanza en estos compromisos, la esperanza es que se sume un esfuerzo continuo y efectivo que beneficie a ambos lados de la frontera.

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