El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha dejado a más de nueve millones de personas desplazadas de sus hogares, ha causado una nueva ola de migraciones, pero ahora desde Rusia hacia Asia Central y el Cáucaso. Esa fue la reacción después de que el Ministerio de Defensa convocara la movilización de todos los hombres vía citación, para combatir en los frentes militares.
A falta de aviones, miles de rusos han tomado carretera y manta para abandonar su país ante el riesgo de ser movilizados en la invasión de Ucrania. Con el paso a la Unión Europea prácticamente cerrado, sus únicas alternativas terrestres viables son Georgia, Kazajistán y Mongolia, cuyas fronteras se han visto desbordadas por atascos de decenas de kilómetros y han comenzado a ser cerradas parcialmente por el caos.
En los vídeos que difunden los conductores, una caravana enorme permanece atrapada entre los desfiladeros de Verjni Lars, el paso entre la región rusa de Osetia del Norte y Georgia. Muchos huyen de la llamada de la guerra, algo que resulta incomprensible para el portavoz del presidente, Dmitri Peskov. “Uno puede entender de alguna manera la histeria, extremadamente emocional, en las primeras horas del anuncio […]; pero desde ayer se activaron todas las líneas de información y ayuda”, lamentaba este viernes el representante del Kremlin.
En ese canal de Telegram se pueden leer todo tipo de historias. Un ruso cuenta que los taxistas ayudan a cruzar la frontera por un camino de grava por unos 30.000 rublos, más de 500 euros al cambio actual. Otros celebran haber logrado escapar de la llamada del Ministerio de Defensa. “¡Nos dejaron pasar! Sin preguntas, tengo un marido de 48 años y un hijo de 25″, escribía esta mañana Ekaterina doblemente aliviada.
El paso por aquel tramo se complica por momentos. El periodista Nikolái Lévshits tiene un popular canal sobre Georgia, y constata que el cuello de botella es cada vez mayor. “El atasco en el puesto de control de Verjni Lars se ha deteriorado significativamente. El embotellamiento ha crecido a 15 kilómetros y el Ministerio del Interior de Osetia del Norte ha bloqueado las vías de acceso desde Vladikavkaz”, contaba este viernes.
🇷🇺 | LO ÚLTIMO: Enormes colas en la frontera entre Rusia y Georgia esta noche. Los rusos están tratando de escapar masivamente después del llamado de movilización de Putin. pic.twitter.com/uRced3B7Jr
— Alerta Noticiera (@AlertaNoticiera) September 21, 2022
Pese al decreto de movilización, de momento no parece haber problemas para dejar el país. “El 99,9% de las personas puede cruzar después de la comprobación a ambos lados de la frontera”, añade Lévshits.
La escena se repetía en otros puntos de la frontera rusa con Asia, entre ellos el cruce de Kiajta con Mongolia. Un canal de noticias local del mismo nombre mostraba una enorme fila de coches el primer día de movilización y resaltaba que allí “se observa un gran revuelo”. Aquel cruce linda con la república rusa de Buriatia, que copó cierto protagonismo en las primeras horas de movilización porque fueron llamados a filas decenas de padres de familias numerosas sin experiencia militar previa. Según las autoridades locales, más de 70 varones fueron posteriormente enviados de vuelta a casa tras denunciar que tenían más de cuatro hijos y no cumplían los supuestos criterios expuestos por el presidente, Vladímir Putin, para su alistamiento.
La otra salida natural de los rusos es Finlandia tras el veto total de los países bálticos a la entrada de rusos, incluso a aquellos que tengan visado Schengen. Según el control fronterizo finés, 4.824 vehículos pasaron este jueves por su aduana desde la región rusa de Leningrado frente a los cerca de 3.000 de los últimos días.
“A mi madre le pusieron un sello de denegación de entrada en el pasaporte con la letra I, que representa una amenaza a la seguridad nacional de Lituania y de la Unión Europea”, denunció a este periódico Vera, de Moscú. “¿Qué va a ser una amenaza una jubilada de Moscú?”, agregaba con una gran decepción por el bloqueo europeo.
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