Oaxaca es el primer Estado de México en considerar violencia simbólica a los concursos de belleza, esta ley prohíbe que el Estado destine recursos públicos a la promoción turística y a la publicidad oficial. La decisión de Oaxaca cuestiona a otros Estados en México como también a otros países en los que se siguen destinando recursos públicos a los concursos de belleza, y si lo empujamos rápido, cuestiona también su actualidad.
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¿Qué importancia tiene que el Estado patrocine este tipo de certámenes? Toda porque el Estado se vuelve parte, cómplice de esa violencia simbólica en contra las mujeres. ¿Qué hacen los concursos de belleza? Lo mismo que hace desde el origen Miss Universo en 1952, el certamen más conocido de todos: poner a competir el aspecto físico de las mujeres. En los concursos de belleza los cuerpos de las mujeres se juzgan —jueces y calificaciones de por medio— a partir de ciertos parámetros. La belleza de una mujer hasta hace poco se determinaba según las medidas de su pecho, cintura, cadera y su estatura.
Antes no podían rebasar los 24 años de edad, hoy pueden tener entre 18 a 28 años y desde sus inicios ha sido un requerimiento que nunca se hayan casado y que nunca hayan estado embarazadas. ¿Por qué después de los 28 años una mujer no entra en ese estándar de belleza? ¿En qué afecta la belleza de una mujer que sea madre, que haya abortado voluntaria o involuntariamente, que esté casada, divorciada o separada? Apegarse a estos estándares hacen que una mujer pueda ser el espacio de la fantasía, cosificándola por completo. Y porque los certámenes de belleza son la puesta en escena más clara del patriarcado definiendo qué es y debe ser la belleza de las mujeres poniéndolas a competir, comparándolas a unas con otras, normalizando, además, un estereotipo de belleza.
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Aproximadamente, 500 millones de personas alrededor del mundo ven Miss Universo año con año y cada país paga una cuota por inscribir a su candidata. A su vez, varios de los países participantes tienen un concurso nacional, ponen a competir a las mujeres de cada Estado y los Estados destinan dinero público para promocionar el turismo de la región. Una gran cantidad de marcas también patrocinan el espectáculo.
Hay una cantidad aún mayor de concursos de belleza alrededor del mundo en los que compiten mujeres, niñas y adolescentes por los títulos y, como en Miss Universo, las participantes de todas las edades posan en traje de baño y sus cuerpos se juzgan a partir de ciertos parámetros. Desde la creación del certamen Miss Universo en Estados Unidos, el Gobierno y algunas marcas patrocinan el evento.
En 1996, cuando estaba a punto de quebrar la organización, Donald Trump la compró. A partir de 2005, él mismo seleccionó a varias de las finalistas y en 2015, cuando la cadena NBC decidió terminar la relación comercial con Trump, este compró las acciones de NBC para continuar involucrado en el certamen. El nombre de Miss Universo, por otro lado, dice mucho también de su país de origen (se parece al porqué en Estados Unidos llaman América a su territorio), no le pusieron Miss Mundo o con cierta modestia Miss Sistema Solar, sino que Miss Universo es la mujer más bella entre todas las mujeres del universo. Y están también los símbolos de la premiación, como la corona, una réplica en miniatura imperial de la corona usada por la Reina Isabel II del Reino Unido.