En la sociedad actual, existen muchos mitos y estereotipos en torno al sexo y la vida sexual de las personas. Los terapeutas sexuales buscan derribar estas ideas preconcebidas que pueden generar ansiedad, inseguridades y presiones innecesarias en las personas.
Uno de los mitos más comunes es la idea de que todos tienen más sexo que uno mismo. Este pensamiento puede llevar a creer que se es inadecuado o anormal, creando sentimientos de vergüenza y frustración. Los terapeutas enfatizan que la frecuencia del sexo es un aspecto totalmente personal y que no hay un estándar universal que todos deban seguir.
Otro mito que los terapeutas intentan desmentir es que el sexo debe ser perfecto. En realidad, el sexo es una experiencia muy personal y subjetiva, y no hay una forma “correcta” de practicarlo. La comunicación abierta con la pareja, la exploración mutua y la disposición a probar cosas nuevas son aspectos mucho más importantes que perseguir una supuesta perfección sexual.
Asimismo, los terapeutas buscan desmitificar la idea de que el sexo es solo penetración. El sexo abarca una amplia gama de actividades y expresiones de intimidad, y es importante reconocer y respetar las preferencias y límites de cada persona.
En resumen, los terapeutas sexuales tienen como objetivo desafiar y desacreditar los mitos que rodean al sexo y la sexualidad. Su enfoque se centra en promover una visión más realista, abierta y respetuosa de la sexualidad humana, eliminando la presión y las expectativas poco realistas que puedan afectar la vida sexual de las personas.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.