Mónica Rojas investiga los silencios familiares.

La escritora Mónica Rojas, originaria de Puebla y nacida en 1983, ha llevado a cabo una profunda exploración de los silencios familiares en el marco de su más reciente obra, presentada en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara el 4 de diciembre de 2025. Acompañada por el académico Pedro Ángel Palou, Rojas presentó su novela, que se adentra en la historia de Magdalena y Juan, un matrimonio humilde que vive la tristeza de una pérdida gestacional y decide emigrar desde Santander, España, a los Altos de Jalisco, México.

Desde sus primeras líneas, la novela publicada por Hachette Literatura aborda temas cruciales como el exilio y la herencia emocional que perdura a través de las generaciones. Rojas enfatiza que la migración no se limita al cruce de océanos, sino que también puede manifestarse en desplazamientos internos, explorando así las complejidades de la experiencia humana y el sentido de pertenencia.

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La autora señala que su interés por la historia cotidiana y los relatos familiares proviene de la influencia de su abuela. A través de la vivencia de personajes que resisten en condiciones adversas, Rojas invita al lector a reflexionar sobre el trauma y los silencios que a menudo son más elocuentes que las palabras. En este contexto, menciona cómo los nombres de sus personajes son un homenaje a sus raíces familiares, simbolizando recuerdos que trascienden el tiempo.

El realismo mágico, característico de la literatura mexicana, también encuentra su lugar en esta obra, donde la relación con la muerte es profundamente arraigada. Según la autora, convivir con los muertos es parte de la cultura; sus recuerdos perduran como mariposas, sueños y flores. Esta idea de una memoria tangible refuerza la noción de que los ecos del pasado siguen vivos en la cotidianidad.

Rojas subraya que en la vida doméstica se encuentra una verdadera resistencia, en donde cada personaje enfrenta su propia realidad con los recursos que tiene a mano. A través de sus relatos, la escritora busca iluminar las luchas de aquellos que a menudo no ocupan los primeros planos de la historia.

La novela, además de ser un retrato de la migración y la memoria, se convierte en un espacio de diálogo sobre la experiencia femenina, desafiando las nociones rígidas de identidad y pertenencia. En sus palabras: “Los silencios familiares son muchas veces más estruendosos que lo que se grita”, destacando así la relevancia de estos espacios de reflexión en la resistencia individual y colectiva.

Con esta presentación, Mónica Rojas se posiciona como una voz importante en la narrativa contemporánea, explorando temas que resuenan no solo en el contexto mexicano, sino en la experiencia universal de migración y memoria.

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