La reciente decisión de Moody’s Local México ha puesto de relieve una mejora significativa en la calificación de deuda senior quirografaria de largo plazo de varios certificados bursátiles de Petróleos Mexicanos (Pemex). De un nivel de AA+.mx, estos instrumentos ahora obtienen una calificación de AAA.mx, lo que refleja un importante respaldo a la empresa estatal, considerada la petrolera más endeudada del mundo.
Este aumento en la calificación no ha sido casual. Se fundamenta en las recientes transacciones financieras de Pemex destinadas a fortalecer su liquidez y facilitar el refinanciamiento de deuda de corto plazo. En un contexto donde las condiciones del mercado pueden ser volátiles, esto resulta esencial para la estabilidad de la compañía.
Sin embargo, la agencia de calificación no se muestra completamente complaciente, advirtiendo que la calificación podría verse afectada si se producen cambios en la política energética que disminuyan el apoyo del gobierno federal. También se menciona que una caída prolongada en los precios del petróleo o un deterioro en los indicadores operativos de Pemex podría impactar negativamente sus ingresos.
La agencia ha subrayado que la perspectiva estable refleja la expectativa de apoyo continuo del gobierno federal en los próximos 12 a 18 meses. Este respaldo es vital, dado que Pemex desempeña un papel crucial en el desarrollo económico del país y la estabilidad social.
En respuesta a la situación financiera de Pemex, el gobierno mexicano ha emitido notas estructuradas pre capitalizadas por un total de 12,000 millones de dólares, diseñadas para cubrir su deuda de corto plazo y disminuir los saldos pendientes con proveedores. A esto se suma la creación de un fideicomiso por 250,000 millones de pesos por parte del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, iniciativa que involucra la participación de la banca de desarrollo y comercial, permitiendo a Pemex avanzar en proyectos estratégicos.
Estas acciones fortalecerán la posición financiera de Pemex, mejorando su liquidez, cumpliendo con compromisos de corto plazo y alineando sus vencimientos para asegurar financiamiento a largo plazo para llevar a cabo sus proyectos programados. No obstante, a pesar de estos esfuerzos, la estatal aún enfrenta serios desafíos operativos y financieros. Actualmente, su deuda es aproximadamente de 99,000 millones de dólares, aunada a otros 23,000 millones de dólares correspondientes a sus proveedores.
En este contexto, es relevante mencionar que, según reportes recientes de agosto, Pemex registró un beneficio neto acumulado de 16,187 millones de pesos (alrededor de 857 millones de dólares) en el primer semestre de 2025. Sin embargo, su deuda financiera se situó en 98,800 millones de dólares al cierre de dicho periodo, lo que pone de manifiesto la complejidad de su situación financiera.
La información presentada corresponde a datos disponibles hasta el 28 de agosto de 2025, reflejando los retos y las proyecciones que enfrenta Pemex en un entorno de constante cambio en el panorama energético y económico de México.
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