Por Carlos Aguilera Rue
El estado de Morelos vive hoy un escenario de incertidumbre, zozobra, angustia y terror. Los crímenes a plena luz del día someten a una población indefensa y vulnerable. Los programas de prevención del delito y combate a la delincuencia fracasaron por un gobierno que sólo buscó pretextos para justificar sus errores, incapacidades y falta de conocimiento sobre este flagelo que ha condenado a los morelenses a morir en las calles, perder su patrimonio o salir huyendo a otros estados.
A unas horas de que Cuauhtémoc Blanco Bravo, gobernador del estado renuncie a su cargo, por aspirar a otro espacio político, deja a Morelos en un estado total de indefensión, Tipos delictivos como la extorsión, homicidio, violación, secuestro, robo de vehículo, entre muchos otros, abrieron una enorme herida que será difícil de sanar. Peor aún, aunado al incremento en el índice delictivo, fenómenos como el tráfico de influencias, corrupción, y dilación, sumergen a instituciones como el Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado, por lo que la sociedad, no solamente es rehén de la delincuencia, sino no cuenta con los mecanismos necesarios para acceder a una justicia pronta y expedita, así como a una verdadera persecución del delitos.
De igual forma, los principales municipios del estado de Morleos enfrentan una grave crisis en la prevención del delito y combate a la delincuencia; en el caso de Cuernavaca, la capital, su policía padece una de las peores crisis de operación, ya que ha trascendido, como en muchos casos, el involucramiento de jefes policíacos con integrantes de la delincuencia organizada, lo que permite que a plena luz del día se cometan crímenes que destruyen cada día mas el tejido social.
En el primer mes del 2024, Morelos alcanzó una cifra récord en el delito de homicidio doloso al registrar 117 casos, lo que posiciona a la entidad en el segundo lugar a nivel nacional por los asesinatos ocurridos, antecedido por el estado de Colima.
En un balance presentado por la organización “Morelos Rinde Cuentas”, se refiere que se trata de la quinta ocasión, entre marzo del 2023 y enero del 2024, donde en la entidad ocurren más de 100 asesinatos. Agosto del año pasado, fue el mes con más homicidios, al sumar 144, le siguieron diciembre con 129; noviembre con 123 y marzo con 116 asesinatos.
De acuerdo con datos emitidos por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hasta diciembre del 2023, en la administración de Cuauhtémoc Blanco Bravo la crisis de violencia cobró la vida de 5 mil 228 personas, es decir, 14.3 homicidios dolosos ocurridos diariamente, convirtiéndolo, hasta ahora en el año más sangriento.
El reto de quien llegue a gobernar Morelos será enorme en materia de seguridad y combate a la impunidad, sin embargo, me pregunto: contarán ya con un gabinete de seguridad confiable, honesto y generador de resultados, o harán lo mismo que el gobierno saliente, que su estrategia de seguridad la fue planeando, a partir de su llegada, sin mayor diagnóstico y conocimiento.
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