Mario Casarrubias Salgado, cabecilla del grupo “Guerreros Unidos” y principal sospechoso de la desaparición y muerte de los normalistas de Ayotzinapa, murió a consecuencia de las complicaciones por la Covid-19, informó la Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa. Informó que Casarrubias Salgado se encontraba privado de la libertad en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, “El Altiplano”.
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A petición del interno, abundó, el 8 de julio fue trasladado del Centro Médico “Adolfo López Mateos” en Toluca, Estado de México, al Hospital Central Militar ubicado en la Ciudad de México, tras un diagnóstico de caso confirmado de Covid-19. Casarrubias Salgado, quien además padecía diabetes tipo II e hipertensión arterial sistémica, llegó al nosocomio con neumonía atípica por virus SARS-CoV-2 e insuficiencia respiratoria aguda, por lo que se le aplicó el protocolo de tratamiento para pacientes graves de Covid.
“Durante su hospitalización, se le brindaron las atenciones hospitalarias de alta especialidad y trato humanitario, incluso para establecer comunicación a distancia con su familia, buscando su favorable evolución, agotando los recursos médicos al alcance”, informó la comisión a través de un comunicado. Debido al deterioro de su estado de salud, precisó, el 21 de julio Casarrubias Salgado fue intubado, ya que presentaba una saturación de 72 por ciento de oxígeno; sin embargo, la mañana del domingo 25 de julio, a las 8:42 horas, falleció por un paro cardio respiratorio y neumonía por Covid-19.
¿Quién era el Sapo Guapo exintegrante de Guerreros Unidos?
El entonces comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, dio a conocer la detención de Casarrubias Salgado, junto con Isaí Salgado Cerezo y José Rivelino Mejía, acusado de ser el principal distribuidor de droga hacia Chicago, Estados Unidos, a través de tráileres que transportaban frutas y autobuses de pasajeros, en su tránsito hacia el norte del país.
“Como estrategia fusionó a distintos grupos de exintegrantes de un grupo criminal que mantenía influencia en Michoacán y que operaba también en el estado de Guerrero.
Este individuo sostenía una disputa con grupos antagónicos por el control del mercado de drogas ilegales, principalmente en los Estados de México y Guerrero, situación que influyó en el aumento de los índices delictivos en los últimos meses en ambas entidades”, detalló Rubido García.
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El 13 noviembre, 2017, la Procuraduría General de la República obtuvo sentencia condenatoria contra Mario Casarrubias Salgado, José Rivelino Mejía Salgado e Isaí Salgado Cereso, todos integrantes de Guerreros Unidos, detenidos en abril de 2014 por personal de la Secretaría de Marina, Armada de México.
Los sentenciados viajaban a bordo de un vehículo en el que transportaban droga y armas; durante las investigaciones se logró identificar su relación con una organización delictiva.
Los delitos que se les imputaron fueron Contra la Salud, en su modalidad de posesión de cocaína (venta); Portación de Arma de Fuego y Posesión de Cartuchos de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
Con los elementos de prueba aportados por el Ministerio Público de la Federación, el juez de la causa dictó sentencia condenatoria de 10 años de prisión y 200 días de multa contra a Mario y a José para Isaí la pena es de 11 años y 300 días de multa.