Hubo dudas y críticas sobre si el skate debía entrar en estos Juegos Olímpicos y en los primeros compases ya ha dejado uno de los podios más jóvenes que se recuerdan. Las deportistas punteras de este nuevo deporte son especiales por su precocidad. En la prueba street, donde se simula en un circuito cuestas y bordillos de las calles, la nipona Momiji Nishiya, de 13 años, se colgó el oro olímpico gracias a la puntuación de 15.26. La plata fue para la brasileña Rayssa Leal, también de 13 años, que hizo 14.64 puntos. El podio lo cierra otra joya japonesa, Nakayama, de 16 años, con 14.49 puntos. La media del podio es de 14 años y 190 días. Entre las tres, suman 42 años. Solo ocho más que la cuarta clasificada, la estadounidense Alexis Sablone, de 34.
Nishiya se ha convertido en la primera campeona olímpica de un deporte que debutó en unos Juegos el pasado domingo con la victoria de otro japonés, Yuto Horigome, en la categoría masculina. Además, con 13 años y 330 días, se ha convertido en la más joven en ganar un oro olímpico desde la coreana Yun-Mi Kim (13 y 83 días) en patinaje en la prueba femenina de 3.000m relevos durante los Juegos Olímpicos de Invierno, Lillehammer 94. En prueba individual la más joven en obtener un oro fue la estadounidense Marjorie Gestring (13 y 268) en Berlín 36 en la modalidad de saltos de trampolín.
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El skate es uno de los deportes que se han estrenado para Tokio. En esta disciplina, el perfil está poblado por jovencísimas deportistas. Seis de las finalistas femeninas tenían entre 13 y 20 años. Una imagen llamativa, pero que tiene la intención de promover el deporte entre los jóvenes y captar su atención.
La española Andrea Benítez, andaluza de 26 años, quedó en el puesto número 15, lejos de las medallas. Aun así, se ha convertido en la primera mujer en competir en skateboard en los Juegos de Tokio y fue la primera en rodar en el street de Ariake Park de manera oficial para una carrera.
