Hacía dos años y medio que Jennifer Lawrence no pisaba una alfombra roja en un gran evento. La última vez, en junio de 2019, fue en Los Ángeles y en el estreno de X-Men: Fénix Oscura, que protagonizaba. Ahora ha vuelto a hacerlo en Nueva York, para presentar No mires arriba junto a estrellas como Leonardo DiCaprio y Meryl Streep. Y ha sido una alfombra roja diferente y especial para la actriz, porque por primera vez ha mostrado en público su embarazo.
Explicó que no pretendía compartir nada de su futuro hijo con el mundo exterior, y mucho menos con la prensa. “Si estaba en una cena y alguien me decía: ‘Anda, estás esperando un bebé’, yo no le iba a decirle algo como: ‘¡Dios mío, no voy a hablar de ello, aléjate de mí, psicópata!’. Pero todos mis instintos quieren proteger su privacidad durante el resto de su vida, tanto como me sea posible. No quiero que nadie se sienta bienvenido a ser parte de su existencia. Y siento que eso empieza con no incluirlo en esta parte de mi trabajo”.
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Además, en esa misma entrevista también habló de su reciente matrimonio. La intérprete de Los juegos del hambre se casó en octubre de 2019 con Cooke Maroney, un conocido galerista neoyorquino, en una mansión de finales del siglo XIX ubicada en Rhode Island, ante unos 150 invitados. “Disfruto muchísimo yendo con él al supermercado”, aseguraba Lawrence en esa misma entrevista. “No sé por qué, pero me llena de alegría. Creo que quizá porque es una metáfora del matrimonio: ‘Genial, tenemos la lista, esto es lo que necesitamos. Trabajemos juntos y acabemos con esta tarde’. Y siempre me llevo una de esas revistas de cocina y él siempre me echa una miradita como: ‘No vas a usarla, ¿Cuándo vas a hacer algo de eso?’ yo le digo: ‘¡Qué sí, el martes!’. Él siempre tiene razón, porque nunca lo hago”.
Esta nueva película en la que ahora actúa es su primer proyecto tras su última aventura junto a los X-Men, y por tanto tras un parón de dos años, aunque tiene otros tres en preparación. No mires arriba, que estrenará Netflix el 24 de diciembre, es su nuevo y esperado proyecto, y del que hace poco confesaba que grabó una escena drogada, tras fumar marihuana. Su personaje en la cinta, Kate Dibiasky, estaba “drogado de verdad”, contaba en una rueda de prensa hace unas semanas, y ella le preguntó al director si podía ponerse en esa misma situación: “Y yo respondí: ‘Claro, puedes drogarte”, contaba él con naturalidad. “Todo el mundo se metía conmigo [durante la escena]”, explicaba ella, “supongo que porque estaba drogada. Era fácil hacerme rabiar”, comentaba entre risas, explicando, para evitar suspicacias, que “no estaba embarazada en ese momento”.
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