Una película es una obra de arte realizada a través de la sucesión de imágenes en video y con sonido. El cine en la actualidad es un medio de entretenimiento aclamado por la sociedad sin importar la edad. Asimismo las oportunidades de que la industria cinematografica nos regale nuevas historias es más posible.
Es digno de admirar como el movimiento femenino se esta haciendo presente con la creación y dirección de películas hechas por mujeres talentosas, estas son las recomendaciones para mirar hacia otros horizontes.
Ellas hablan
Sarah Polley dirige este mordaz relato en tono sepia sobre un grupo de mujeres de una colonia menonita que deben decidir si dejan atrás a los hombres que han controlado sus vidas. Se trata de la única película dirigida por una mujer en la lista de diez finalistas a la Mejor Película. La cineasta también fue nominada al mejor guion adaptado, por lo que resulta aún más sorprendente que su hábil labor como directora no haya sido recompensada. Con delicadeza y precisión, Polley entreteje inesperados momentos de alegría y humor en esta historia principalmente angustiosa, y saca a relucir las excepcionales interpretaciones de Claire Foy y Jessie Buckley, también tristemente pasadas por alto en la categoría de Mejor Actriz de Reparto.
Aftersun
La lírica ópera prima de Charlotte Wells, que sigue a un joven padre (Paul Mescal) y a su precoz hija (Frankie Corio) durante sus vacaciones en Turquía, le valió al primero una nominación al Mejor Actor. Pero teniendo en cuenta que es una de las películas favoritas de la crítica y un prolongado éxito indie que está superando con creces su presupuesto en taquilla, podría haberse embolsado fácilmente también las nominaciones al Mejor Director y a la Mejor Película. Merece la pena verla por su cautivadora y desgarradora descripción del amor paternal y la posibilidad de la pérdida.
La mujer rey
La emocionante epopeya de Gina Prince-Bythewood, ambientada en el reino africano de Dahomey en el siglo XIX, donde la general de una unidad militar femenina se prepara para la guerra. La ausencia de Viola Davis en la categoría de Mejor Actriz por su extraordinaria interpretación ha sido noticia, pero que la película tampoco figure en las categorías de Mejor Película y Dirección es igualmente notable, especialmente cuando varias superproducciones de acción dirigidas por hombres (de Top Gun: Maverick a Sin novedad en el frente occidental o Avatar: la forma del agua) se han abierto paso hacia el máximo galardón. Su envergadura y magnitud son un logro más que digno de reconocimiento para estos premios.
Till: El crimen que lo cambió todo
Chinonye Chukwu no rehúye los temas difíciles: tras convertirse en la primera mujer negra en ganar el Gran Premio del Jurado en Sundance con Clemency, su sobrecogedor drama sobre un condenado a muerte, regresó con la espeluznante (y estimulante) historia real de Mamie Till, que se convirtió en un icono de los derechos civiles tras el brutal asesinato de su hijo de 14 años, Emmett, en el Mississippi de los años 50. Resulta decepcionante que hayan descartado a Danielle Deadwyler, en su momento tenida en cuenta como posible candidata al premio a Mejor Actriz, como también lo es la falta de reconocimiento a la firme dirección de Chukwu. La directora maneja las emocionantes escenas del juicio con la misma maestría que los momentos más armónicos de la película, profundiza en la vida de Emmett antes del ataque y decide no mostrar en la pantalla su tortura y su muerte, asegurándose de que la veamos como una persona real y no solo como un símbolo nacional.
Al descubierto
El histórico escándalo de Harvey Weinstein y los implacables y minuciosos reportajes que dieron a conocer esta épica historia, Maria Schrader evita los monólogos gritones de las redacciones en favor de una vigilancia queda y mesurada que dispara la tensión. Vemos a la Twohey de Carey Mulligan y a la Kantor de Zoe Kazan cruzar miradas en la oficina, las esquinas de documentos cruciales asomando por los bolsos, los rostros de los antiguos colegas de Weinstein estremeciéndose al recordar lo que hizo. Es extraordinariamente eficaz y el resultado es una película tan meticulosa y emotiva como la obra que lleva a la pantalla. Es de extrañar, por tanto, que los Oscar la ignoren por completo.
Saint Omer, el pueblo contra Laurence Coly
la historia real de una estudiante de filosofía senegalesa (Guslagie Malanda) que es acusada de permitir que la marea se lleve a su hija pequeña en una playa del norte de Francia. La observa de cerca una novelista parisina (Kayije Kagame), cuya propia vida va desentrañándose a medida que se sumerge en el caso. El alter ego de esta última es la directora de la película, la documentalista Alice Diop, que se obsesionó con el juicio y aporta una riqueza y complejidad increíbles a lo que es, para nuestra sorpresa, su primer largometraje. Sin duda, habría sido una digna candidata al premio a la Mejor Dirección.
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