En un reciente acontecimiento en el estado de Guerrero, se reportó la desaparición del obispo Salvador Rangel, quien se había destacado por sus intentos de mediar entre las autoridades y grupos del crimen organizado en la región. Según fuentes cercanas a la iglesia, Rangel había establecido un diálogo con líderes de carteles locales en un esfuerzo por reducir la violencia en la zona.
La noticia de su desaparición ha generado preocupación entre la comunidad católica y las autoridades gubernamentales, quienes reconocen la labor de Rangel como un intermediario en medio de un conflicto que ha cobrado muchas vidas en la región. Sin embargo, hasta el momento no se tienen detalles precisos sobre las circunstancias de su desaparición ni se ha confirmado si está relacionada con sus actividades de mediación.
Ante esta situación, diferentes organizaciones y figuras públicas han manifestado su solidaridad con el obispo desaparecido y han exigido a las autoridades una pronta y exhaustiva investigación para esclarecer los hechos y garantizar su pronta aparición en caso de estar en manos de terceros involucrados en el crimen organizado.
Las autoridades locales han declarado estar trabajando en conjunto con la Fiscalía General para esclarecer el paradero de Salvador Rangel y han instado a la población a colaborar proporcionando cualquier información que pueda ser relevante para la investigación.
En este contexto de incertidumbre, la desaparición del obispo Salvador Rangel plantea interrogantes sobre la seguridad de aquellos que buscan promover la paz y el entendimiento en medio de un conflicto marcado por la violencia y la impunidad. Por ahora, solo queda esperar y confiar en que las autoridades logren encontrar respuestas y llevar a Rangel de regreso a su comunidad.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.