El pasado domingo, el estadio Nemesio Diez fue testigo de un emocionante enfrentamiento entre Toluca y América en la final del torneo Clausura 2025. Sin embargo, el evento no solo se destacó por la competencia deportiva, sino también por un altercado mediático que captó la atención de los aficionados y la prensa.
Previo al partido, los periodistas deportivos Odin Ciani y David Faitelson mantuvieron una acalorada discusión que se convirtió en un intercambio de insultos. Este conflicto fue avivado en redes sociales, donde Ciani decidió compartir su perspectiva del incidente, señalando que Faitelson se acercó a él, dirigiéndose de manera grosera. “Yo he respetado mucho a David, y me sorprendió que viniera a decirme ‘hijo de tu puta madre’”, comentó el reportero, subrayando la gravedad del momento.
Ciani expresó su tristeza por la ruptura de una amistad de años, recordando aquellos tiempos en los que ambos trabajaron juntos en TV Azteca y ESPN. Esta relación que solía considerarse familiar ahora parece estar marcada por resentimientos. “Eres un malagradecido, y me da mucha tristeza por David porque en alguna época fuimos familia”, añadió.
La polémica se intensifica cuando se plantea la posibilidad de un reencuentro entre ambos colegas. Ciani, claramente herido por el comportamiento de Faitelson, afirmó que ya no considera digna su amistad: “Ya no merece mi amistad, yo le hice la chamba durante 30 años”.
Este incidente revela no solo el calor de la competencia deportiva, sino también las relaciones complejas que se forjan en el ámbito periodístico, donde la presión y las emociones pueden llevar a situaciones inesperadas. El ambiente de rivalidad no se limita solo a los equipos en la cancha, sino que también permea a los comentaristas y analistas que siguen de cerca el juego.
El acto de recordar que incluso en el mundo del periodismo hay lazos que pueden romperse tras años de camaradería resalta la vulnerabilidad de estas relaciones. En un contexto donde el espectáculo y la rivalidad son el pan de cada día, la historia de Ciani y Faitelson podría ser un reflejo de cómo la pasión por el deporte puede generar tensiones, incluso entre quienes se dedican a narrar y analizar esa misma pasión.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.