El periodista francés Olivier Dubois fue secuestrado el pasado 8 de abril en el noreste de Malí y se encuentra en manos del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe), uno de los grupos yihadistas más activos en este país africano vinculado a Al Qaeda, según ha revelado el propio Dubois en un vídeo que ha comenzado a circular este miércoles por las redes sociales. El Ministerio francés de Asuntos Exteriores confirmó la desaparición del periodista y aseguró estar en contacto con su familia y las autoridades malienses, aseguró a France Press un responsable del Gobierno galo.
En el vídeo, de 21 segundos de duración, aparece el reportero, colaborador habitual de medios como Libération y Le Point Afrique, sentado en el suelo con las piernas cruzadas en el interior de una especie de tienda de campaña y vestido con un traje tradicional de color rosa. Mirando fijamente a la cámara dice lo siguiente: “Me llamo Olivier Dubois, soy francés, soy periodista. Fui secuestrado en Gao el 8 de abril de 2021 por el JNIM. Me dirijo a mi familia, mis amigos y a las autoridades francesas para que hagan todo lo posible por liberarme”.
Dubois trabajaba en Malí desde hace años y era conocido por sus informaciones sobre el conflicto yihadista que desangra a este país y a todo el Sahel central desde 2012. En uno de sus últimos artículos, publicado el pasado 3 de abril en Le Point Afrique, el periodista entrevistaba a Youssouf Toloba, jefe de la milicia dogon Dan Na Ambassagou. “Es un reportero experimentado que conoce bien la región y que fue a esta zona muy peligrosa en el este del país por iniciativa propia. Fuimos informados de su desaparición dos días después. En coordinación con los medios para los que habitualmente trabaja tomamos la decisión de no informar de su secuestro para no obstaculizar la posibilidad de un rápido y positivo desenlace”, asegura Reporteros sin Fronteras en su cuenta de Twitter.
Olivier Dubois se convierte, así, en el único ciudadano francés secuestrado en el Sahel tras la liberación, en octubre de 2020, de la franco-suiza Sophie Pétronin. Sin embargo, se une a la lista de ciudadanos occidentales en manos de grupos yihadistas: el rumano Iulian Ghergut, jefe de seguridad de una mina secuestrado hace seis años en Burkina Faso, el octogenario médico australiano Kenneth Elliot, capturado en 2016 en este mismo país, el trabajador humanitario estadounidense Jeffery Rey Woodke, quien fue raptado en 2016 en el desierto de Níger, la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez, retenida desde 2017 en Malí, y el cooperante alemán Jörg Lange, secuestrado en el oeste de Níger hace tres años.
Malí está inmerso en un conflicto contra distintos grupos yihadistas desde que en 2012 tres de ellos se alzaran en armas contra el Gobierno y llegaran a controlar tres regiones del norte del país. Desde entonces han fallecido unas 10.000 personas solo en Malí, según datos de la ONG Acled, pero el yihadismo se ha ido extendiendo cerca de los vecinos Níger y Burkina Faso, donde fueron asesinados la semana pasada los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile. La operación militar francesa Barkhane, con unos 5.100 efectivos, combate contra el terrorismo islamista en el Sahel. En toda la región hay 5,4 millones de desplazados internos y refugiados.
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