La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso significativo en su lucha contra la diabetes y la obesidad al incluir, por primera vez, una nueva generación de tratamientos efectivos en su lista de medicamentos esenciales. En un comunicado reciente, la OMS hizo un llamado urgente para garantizar el acceso a versiones genéricas y más económicas de estos fármacos en los países en desarrollo.
Esta actualización incluye productos como el semaglutida, presente en los medicamentos Ozempic y Wegovy de Novo Nordisk, junto con el dulaglutida, el liraglutida y la tirzepatida. Estas sustancias han demostrado habilidades notables para ayudar a perder peso, lo que las convierte en un avance terapéutico crucial. Sin embargo, su alto costo, que en Estados Unidos puede superar los 1,000 dólares mensuales, plantea un serio reto a la accesibilidad, especialmente en naciones vulnerables.
La OMS destaca que, en 2021, más de 3.7 millones de personas fallecieron por enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, una cifra alarmante que supera las muertes por las principales enfermedades infecciosas, como malaria, tuberculosis y sida juntas. Esto resalta la urgencia de abordar este problema de salud pública.
Los tratamientos mencionados están diseñados para mejorar la acción de una hormona clave que regula la secreción de insulina (GLP-1) y la sensación de saciedad. Aunque inicialmente fueron desarrollados para el tratamiento de la diabetes, han mostrado un efecto positivo adicional en la reducción de peso, siendo considerados un avance terapéutico mayor, aunque no exento de limitaciones.
Un aspecto prometedor es la posibilidad de que el semaglutida genérico, cuya producción podría ser factible en India por tan solo 4 dólares al mes, esté disponible tras la expiración de su patente en 2026 en algunos países. Este escenario podría abrir la puerta a la competencia en el mercado y, por ende, a precios más accesibles.
Además, un reciente estudio publicado en la revista JAMA sugiere que los pacientes con problemas cardíacos que utilizan estos medicamentos tienen un riesgo reducido de más del 40% de ser hospitalizados o de fallecer prematuramente, lo que resalta su potencial en el manejo de diversas patologías.
La OMS también enfatiza la magnitud de la crisis: más de mil millones de personas sufren obesidad en el mundo, y más de 800 millones tienen diabetes. Este contexto subraya la imperiosa necesidad de medidas que garanticen el acceso a tratamientos efectivos.
Finalmente, la inclusión de otros fármacos oncológicos en la lista de medicamentos esenciales añade otra capa a una estrategia integral para combatir diversas enfermedades que afectan a millones, reafirmando el compromiso de la organización en la mejora de la salud global.
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