En una reciente decisión, el tribunal de la ONU ha rechazado la solicitud de Ucrania para recibir compensación por los ataques realizados por los prorrusos en la región de Donbas. El tribunal determinó que Ucrania no pudo demostrar que Rusia tuviera un control efectivo sobre los grupos rebeldes prorrusos, lo que habría justificado la responsabilidad de Rusia en los ataques.
Esta decisión representa un revés para Ucrania, que buscaba responsabilizar a Rusia por su papel en el conflicto en Donbas. Sin embargo, el tribunal consideró que Ucrania no pudo demostrar la conexión directa entre Rusia y los ataques, lo que llevó a la denegación de su solicitud de compensación.
Por otro lado, Rusia ha celebrado la decisión del tribunal como un reconocimiento de su postura de no intervención directa en el conflicto. El gobierno ruso ha reiterado en varias ocasiones que su participación en el conflicto es limitada y que no tiene un control efectivo sobre los grupos rebeldes en Donbas.
La decisión del tribunal de la ONU representa un punto de inflexión en el conflicto entre Ucrania y Rusia, ya que Ucrania buscaba no solo compensación, sino también un reconocimiento internacional de la responsabilidad de Rusia en el conflicto en Donbas. Sin embargo, la decisión del tribunal pone de manifiesto las dificultades de demostrar la responsabilidad de un país en conflictos donde actores no estatales también juegan un papel importante.
En resumen, la decisión del tribunal de la ONU de rechazar la compensación a Ucrania por los ataques de los prorrusos en Donbas refleja las complejidades y desafíos para establecer la responsabilidad en conflictos con múltiples actores involucrados.
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