Pablo Iglesias se ha cortado la coleta. Apenas una semana posteriormente de anunciar su retirada de la política activa, el que fuera líder de Unidas Podemos ha dejado atrás igualmente su icónico peinado. Una imagen que fue revolucionaria en su momento y que desde la creación del partido, en 2014, le ha valido todo tipo de críticas y hasta un apodo (el coletas) por parte de sus adversarios. En un reportaje que ha publicado en exclusiva este miércoles el periódico La Vanguardia, el exvicepresidente posa sentado en una mesa al aire vacuo, leyendo un libro y con el cabello corto, una imagen inédita desde que el profesor de Ciencias Políticas diera el brinco a la vida pública.
Fuentes del entorno de Iglesias señalan que el fundador de Podemos llevaba ya un tiempo queriendo cortarse el pelo por la incomodidad que suponía el peinado teniendo hijos pequeños, que jugaban con su cabello y a menudo le daban tirones. El verano pasado, el exvicepresidente quiso llevar a cabo un cambio de imagen, pero sus asesores se lo desaconsejaron por lo que supondría que el líder de una formación nacida del 15-M se cortase la coleta a los pocos meses de llegar al Gobierno. En agosto, por consiguiente, sustituyó la larga coleta por un moño y lo justificó en su cuenta de Instagram, donde difundió una foto en la que aparecía de perfil y con auriculares, de la siguiente forma: “Entre la ola de calor y que mis hijos me tiran del pelo… tocaba nuevo look”. En ese momento, se interpretó que el nuevo peinado era una opción “más ordenada y pulida”, en “sintonía” con su nueva posición en el Ejecutivo.
Las reacciones no se han hecho esperar. Inmediatamente posteriormente de difundirse la fotografía, la cuenta del PP en Twitter ha publicado la imagen de Iglesias con un breve mensaje: “Culpa de Ayuso”. Por su parte, la exportavoz de la formación en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo ha señalado en otro tuit: “Hasta el moño”.
Pablo Iglesias anunció su renuncia a “todos los cargos” en política posteriormente de los resultados en las elecciones del pasado 4 de mayo a la Asamblea de Madrid. Con él como cabeza de lista, Unidas Podemos pasó de 7 a 10 diputados, un resultado que el partido valoró como insuficiente teniéndolo a él al frente. Iglesias, quien abandonó el pasado marzo el Ejecutivo de coalición para entrar en la batalla por Madrid, declaró entonces que ya no era “útil” para contribuir al crecimiento del proyecto político de su formación y anunció que no iba a ser un “tapón” para nuevos liderazgos en el interior de UP. Precisamente este miércoles, Ione Belarra, la ministra de Derechos Sociales, ha hecho pública su intención de presentar su candidatura para el puesto de secretaria general de Podemos. El partido apuesta por una bicefalia en la que Belarra controle la dirección interna y Yolanda Díaz, vicepresidenta tercera, pueda ser la futura candidata a la presidencia del Gobierno. Podemos celebra su Asamblea Ciudadana para designar a la nueva dirección entre mayo y junio y está previsto que los resultados se conozcan el día 13 del próximo mes.
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