En estos tiempos, el cambio climático es una de las mayores preocupaciones a nivel mundial. Sus consecuencias ya son visibles en diferentes partes del mundo: tormentas más severas, sequías prolongadas, eventos climáticos extremos y el aumento del nivel del mar son solo algunos ejemplos de los problemas asociados con el cambio climático.
Sin embargo, otro peligro derivado del cambio climático que no se ha discutido lo suficiente son las amenazas tecnológicas. Un grupo de expertos ha pedido la creación de un panel global que supervise los peligros tecnológicos, aunque esto sea visto como una propuesta algo controvertida. La idea es que la tecnología se ha vuelto tan avanzada que las consecuencias de la falla de la misma pueden ser catastróficas.
La amenaza más grave del cambio climático en relación con la tecnología es, sin duda, el aumento de la frecuencia y magnitud de los desastres naturales. En 2023, la inteligencia artificial (IA) y la robótica son fundamentales para la industria y no es difícil imaginar las consecuencias si se ven afectadas por el cambio climático. Un ejemplo de cómo las catástrofes naturales pueden desestabilizar la IA es el corte de energía que sufrieron los sistemas de datos de AWS en 2022 debido a un apagón en California. Todavía hay un gran trabajo por hacer para lograr la resiliencia de los sistemas de datos y, por lo tanto, garantizar un futuro seguro de la tecnología.
En resumen, es importante que la sociedad entienda que el cambio climático no es solo una crisis ambiental, sino que tiene un impacto significativo en la tecnología. Es necesario un esfuerzo colectivo para abordar estas preocupaciones tecnológicas, y la creación de un panel global que supervise los peligros tecnológicos sería un paso clave en esa dirección en 2023.
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