En una época en la que la política se ha convertido en un tema altamente polarizador, es común que los ciudadanos se dejen llevar por emociones y prejuicios al momento de elegir a sus representantes. Sin embargo, esto no parece ser el caso en París, donde una gran cantidad de votantes han mantenido una actitud crítica y resistente ante la candidatura de Marine Le Pen.
Esta ciudad, conocida por ser un enclave cosmopolita y progresista, tiene una larga historia de rechazo hacia las ideas de extrema derecha. En particular, la líder del partido Frente Nacional ha sido recibida con reticencia en varias ocasiones, siendo algunos de sus discursos abucheados y enfrentando la resistencia de algunos ciudadanos.
No es difícil entender el por qué de esta actitud, si se considera el programa político de Le Pen, centrado en la restricción de la inmigración, la aplicación de medidas duras de seguridad y un proteccionismo económico que limitaría la cooperación internacional. Estas ideas no son congruentes con la visión de una ciudad inclusiva y abierta al mundo, características que siempre han sido enaltecidas en la capital francesa.
De esta manera, en las elecciones presidenciales del 2022, las cuales tuvieron lugar en el país vecino, se registró una clara oposición a Le Pen en París, lugar en donde la mandataria solo logró obtener un 17% de los votos. Esto indica una consistencia en la posición que mantienen los votantes parisinos frente a una oferta política que no se alinea con sus pensamientos y convicciones.
Cabe mencionar que esto no significa que la ciudad se encuentre exenta de problemas y desafíos. De hecho, en el mismo año de las elecciones presidenciales se registró una ola de crímenes violentos que conmocionaron a la ciudadanía y pusieron en jaque a su gobierno. Sin embargo, esto no pareció ser suficiente para cambiar la opinión de los habitantes sobre la viabilidad de un liderazgo que no respete la pluralidad de opiniones y la diversidad cultural que conforma la identidad parisina.
Es importante notar entonces, la relevancia que tiene la política en la construcción identitaria de las ciudades y las naciones. La resistencia de los votantes parisinos contra la ideología de Le Pen evidencia la defensa de una idea de ciudadanía inclusiva y respetuosa de la diferencia, antes que una mirada aislacionista y discriminatoria que busque el control absoluto sobre los individuos y sus formas de relacionarse con el mundo.
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