Tras un paso, otro. Una semana después de dar luz verde a los indultos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá el próximo martes con el jefe del Ejecutivo catalán, Pere Aragonès, consciente de que son “muchas las diferencias que resolver”. “Con el presidente de la Generalitat de Cataluña hay mucho que hablar, mucho que dialogar”, ha afirmado Sánchez en su comparecencia tras la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Bruselas.
El presidente del Gobierno ha afirmado ser consciente de los planteamientos de Aragonès, que esta semana se ha apresurado a pedir un referéndum pactado sobre la independencia y la amnistía. “Ya he escuchado cuáles son sus proclamas, sus reclamaciones. Ya las conocemos todos”, ha asegurado Sánchez, quien ofreció poner sobre la mesa su agenda de inversiones e infraestructuras para Cataluña y garantizó que el límite a las negociaciones es “el respeto al pacto constitucional” y a la “legalidad democrática”.
El presidente del Gobierno ha afirmado que ninguno de sus colegas le preguntó por los indultos otorgados a los líderes del procés. Y ello pese a que, el pasado jueves, el líder del PP, Pablo Casado. Dijo que había informado a todos sus colegas sobre su reclamación de elecciones. Y advirtió a Sánchez de que le sería muy complicado explicar esa medida de gracia en Europa. En cambio, el jefe del Ejecutivo sí ha lamentado que el PP no esté apoyándole ahora. Cuando el PSOE sí respaldó al Gobierno de Mariano Rajoy en los momentos más complicados. Tras el referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia de 2017. Y tras mostrarse convencido de que solo la “concordia” permitirá salir de la peor recesión que atraviesa Europa desde la Segunda Guerra Mundial. El presidente ha pedido a la sociedad española “calma, sosiego y confianza”.
Sánchez cree que, si en 2017 era el momento de actuar contra las leyes ilegales aprobadas por el Parlamento catalán y perseguir a quienes las promovieron, ahora es tiempo de tender puentes. Por ello, ha quitado hierro a los discursos de los nueve líderes tras salir de prisión. Que se reafirmaron en la independencia y la amnistía desde el primer momento. “Lo que tenemos que hacer los políticos y los gobiernos es construir convivencia, unir a nuestra sociedad. En esa construcción hay momentos en los que lo útil es el castigo y otros en el que lo útil es el perdón. Y ahora estamos en ese momento, en el momento del perdón”, ha defendido el presidente, quien ha asegurado que las sociedades española y catalana ahora quieren “pasar página” de ese 2017. “No olvidemos que [los presos] han pasado 44 meses en prisión”, ha recordado.
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La reunión con Aragonès del martes debe ser el primer paso, tras los indultos, para empezar esa reconstrucción. Sánchez ha dicho que conoce las demandas maximalistas formuladas por Aragonès, que pasan por el referéndum y la amnistía de los líderes del procés. Al respecto, ha dicho que “la democracia española respeta todas y cada una de las ideas”. Pero ha advertido de que “el único límite” es “el pacto constitucional”. “Yo puedo garantizar que el Gobierno de España siempre va a salvaguardar el cumplimiento de esa legalidad democrática”, ha añadido el presidente.
A pesar de la presión ejercida por los partidos independentistas para poner ese paquete sobre la mesa de diálogo, Sánchez ha afirmado que su punto de partida es la Agenda para el Reencuentro que ya planteó hace un año al expresident Quim Torra, que recoge mejoras en inversiones, infraestructuras o financiación.