Podrás no haber leído nunca una novela o relato de Fiódor Mijáilovich Dostoievski, pero seguro habrás visto alguna de sus historias adaptadas en teatro, cine o televisión.
Los personajes y las tramas que perfiló en sus más de 30 novelas y relatos en los que se dedicó a plasmar las debilidades y fortalezas de la condición humana, siguen cautivando a los creadores de contenido, que desde 1909 y hasta la fecha, retoman sus premisas para darles nueva vida.
Las telenovelas, con su carácter melodramático, dieron cabida a las complejas y a la vez sencillas personalidades que creó, destacando las propuestas que hicieron México y Venezuela.
En México, Valentín Pimstein produjo en 1977 el drama Humillados y ofendidos, inspirado en la novela homónima del escritor ruso, con una adaptación libre de Carmen Daniels.
El proyecto que significó el primer protagónico en televisión para Sylvia Pasquel, narra la tragedia de personas que han sido maltratadas por su condición económica o social. Fue escrita en 1861, después del exilio forzado en Siberia de su autor y recreada en la televisión mexicana hace 44 años.
El elenco lo completaban Juan Peláez, Rafael Banquells, Guillermo Murray, Sonia Furió, Gregorio Cazals, July Furlong, Leonardo Daniel, Javier Rúan, María Medina, Pedro Damián, Pituka de Foronda, Arturo Benavides y Socorro Bonilla.
La historia que dirigieron Raúl Araiza y Lorenzo de Rodas, narraba la vida de una joven y su padre, él una persona honesta y gentil que es traicionada por el administrador de sus bienes, ella se enamora del hijo del desleal, quien a pesar de corresponder ese sentimiento es dominado por su padre para casarse con una rica heredera. Y dentro de la trama hay un enamorado más, un abogado corrupto, una joven maltratada por su abuelo y un secreto que se esconde dentro de una cajita de música.
El tema musical que identificó la historia fue el Piano Concerto No. 2 de Rachmaninov.
La influencia de Dostoievski llegó también a la escritora de telenovelas Caridad Bravo Adams, que aunque no se inspiró de forma directa en él para crear sus historias, si tuvo un acercamiento a su obra cuando en el programa de radio La novela del aire, adaptó algunos de sus dramas.
Colombia produjo en 1982 la novela Crimen y castigo, con una adaptación de Pablo Rueda Arciniegas y en Venezuela se hizo La fiera, que incluyó parte de la trama de Los hermanos Karamazov, ese mismo libro inspiró una radionovela, ambas adaptadas por Julio César Mármol.
El teatro en televisión también supo dar la bienvenida a sus obras. Alta comedia fue un ciclo de programas unitarios semanales en la televisión argentina, se transmitió a principios de los años setenta y entre algunos clásicos de la literatura, retomó los de Dostoievski.
El cine, ha sido uno de los grandes receptores de las historias del aclamado novelista. En México Ismael Rodríguez retomó el relato corto La mujer ajena y el marido debajo de la cama.
La historia que protagonizaron Tere Velázquez, Espartaco Santoni, Armando Silvestre, Isela Vega y Jorge Arvizu, con guion del mismo Rodríguez y Pedro de Urdimalas, cuenta las peripecias de una mujer que tiene varios amantes, su marido la descubre con uno de ellos y ambos son confundidos con asaltantes. Rodríguez, decidió para esta cinta que filmó en 1969 el título de Cuernos debajo de la cama.
Son muchas las películas que han tomado como base las novelas de Dostoievski, siendo las principales: Crimen y castigo, El idiota, Los demonios, EL jugador y Los hermanos Karamazov.
Luchino Visconti filmó en La noche blanca con María Schell y Marcelo Mastroianni, inspirada en Noches blancas.
En 1993 se estrenó El marido perfecto, de Beda Docampo Feijoó con Ana Belén, Peter Firth y Tim Rorh.
La lista de los largos y cortometrajes y telenovelas inspiradas en la obra de Dostoievski es interminable, desde la primera Schuld und Suhne de 1909, hasta Transgressing de 2021, suman 296 propuestas.
Ya lo escribió Octavio Paz en su ensayo Una profecía de nuestro tiempo, que publicó a propósito del centenario de su muerte: “Dostoievski no nos cuenta lo que pasa. Sino que nos obliga a descender al subsuelo para que veamos qué es lo que está pasando realmente: nos obliga a vernos a nosotros mismos. Dostoievski es nuestro contemporáneo porque adivinó cuáles iban a ser los dramas y conflictos de nuestra época”.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.