El alcalde de Sloviansk, Vadim Liakh, ha pedido a los residentes que quedan en la ciudad que abandonen la localidad. Mientras, las tropas rusas han intensificado sus ataques tras la captura de Lisichansk el domingo. Liakh ha comunicado que los bombardeos del lunes alcanzaron a 40 casas, un día después de que seis personas murieran y 20 resultaran heridas en ataques con misiles dirigidos.
“Es importante evacuar a tantas personas como sea posible”, ha declarado Liakh en una entrevista con Reuters, donde también ha señalado que 144 personas han sido rescatadas este martes, incluidos 20 niños, de una ciudad que ahora se considera en riesgo alto por los bombardeos rusos.
Rusia había concentrado sus fuerzas en capturar las ciudades de Lisichansk y Severodonetsk entre mayo y julio, las dos últimas ciudades en la provincia de Lugansk que no controlaba. Ucrania dijo el lunes que se había retirado de Lisichansk, lo que generó especulaciones de que Rusia ahora se concentraría en Sloviansk y Kramatorsk al sur, las dos principales ciudades de Donetsk en poder de Kiev. Las provincias de Lugansk y Donetsk conforman la región industrial de Donbás en Ucrania.
Antes de la guerra, Sloviansk tenía una población de 107.000 habitantes y Kramatorsk de 210.000. A pesar de la amenaza de los ataques rusos, miles de ciudadanos se quedaron, reacios a abandonar sus hogares a pesar de estar a pocos kilómetros del frente.
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