El descubrimiento de una antigua pizza de 2 mil años en Pompeya ha deslumbrado a los arqueólogos y amantes de la comida por igual. Este hallazgo revela pistas intrigantes sobre los orígenes de este popular platillo que ha conquistado los paladares de todo el mundo.
La pizza encontrada en las excavaciones de Pompeya podría considerarse como un antepasado directo de las pizzas modernas. Según los expertos, esta antigua delicia estaba pensada para ser compartida, ya que tenía una forma redonda y estaba dividida en pequeños segmentos. Esto demuestra la presencia de la misma cultura social que rodea a la pizza en la actualidad.
Además, el hecho de que la pizza haya sido encontrada en Pompeya, una ciudad de gran importancia histórica en la antigua Roma, refuerza la teoría de que este platillo podría haber sido popular en toda la región y no solo en Italia. Esto cambiaría radicalmente nuestra comprensión de la difusión de la pizza en el mundo antiguo.
Los ingredientes de esta antigua pizza también sorprenden. Se encontraron restos de trigo molido y agua, que formaban la base crujiente de la pizza. Sobre esta base, se agregaban diversos ingredientes, como queso y aceite de oliva, que le daban sabor y textura. Aunque no se encontraron rastros de tomate, un ingrediente clave en las pizzas modernas, esto podría deberse a la falta de conservación de este producto perecedero.
En definitiva, el descubrimiento de esta pizza de 2 mil años en Pompeya nos ofrece una visión fascinante de los orígenes y la evolución de este icónico platillo. Su forma redonda, los ingredientes utilizados y la importancia histórica de la ciudad en la que fue encontrada nos dan pistas importantes sobre la influencia de la pizza en la antigüedad. Sin duda, este hallazgo es motivo de alegría para los amantes de la pizza y nos invita a reflexionar sobre la rica historia culinaria de la humanidad.
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