Plácido Domingo volvió este miércoles a los escenarios españoles en el Starlite Festival de Marbella. El tenor, de 80 años, fue recibido con un sobrio aplauso acompañado de varios “bravos” por el público, que no agotó las entradas. Se trata de la segunda presencia reciente sobre las tablas en España después las acusaciones por acoso sexual en Estados Unidos y su paso en junio por el Auditorio Nacional de Madrid.
Acompañado por la Orquesta Sinfónica de Málaga ―bajo la dirección del maestro Eugene Kohn―, compartió tablas con la soprano Saioa Hernández, con la que se fue turnando y que sustituyó a Ainhoa Arteta, que se recupera de su hospitalización. La sorpresa de la noche la puso Marta Sánchez, con quien Domingo interpretó su versión del himno de España para cerrar el concierto, que el público aplaudió durante tres minutos en pie. Entre ellos, el expresidente del Gobierno José María Aznar.
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El cantante madrileño ofreció un concierto ecléctico que arrancó con el Vals de Karmesse del Fausto de Gounod para continuar con O vin, dissipe la tristesse, del Hamlet de Ambroise Thomas. A partir de ahí, hubo hueco para Nemico della patria (Andrea Chenier, de Umberto Giordano) o Petenera. Tres horas antes del día (La Marchenera, zarzuela de Moreno Torroba). También para Me llamabas Rafaelillo (El gato montés, de Manuel Penella Moreno) y No puede ser (La tabernera del puerto, de Sorozábal).
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Junto a Hernández y Sánchez interpretó el primero de los cuatro bises finales. El primero, Bésame mucho mientras la directora de Starlite, Sandra García-Sanjuán, permanecía en el escenario (horas antes afirmó en La Hora de La 1 que su evento “valora la calidad musical” y que Plácido Domingo, “como el gran tenor a nivel mundial que es, tenía que estar en el cartel”). El segundo, El día que me quieras, en dueto con la soprano madrileña. Continuó el concierto en solitario con El cabello más sutil.
El broche final lo puso interpretando el himno de España con la letra de Marta Sánchez en dúo con la propia cantante, que eligió para ese momento un vestido completamente rojo. Les siguió una sonora ovación del público, que se puso en pie para aplaudir durante tres minutos entre gritos de “¡Viva España!”.
En el auditorio de la cantera de Nagüeles, sede del Starlite Festival, se rozó el lleno, aunque no se completó el aforo, limitado a unas 3.000 personas por las restricciones sanitarias. Sí que se vendieron todas las entradas más caras, de entre 399 y 469 euros. Quedaron disponibles algunas de las más baratas, a 73 euros. Entre quienes acudieron al evento se dejaron ver el expresidente del Gobierno José María Aznar junto a su mujer, la exalcaldesa de Madrid Ana Botella y la hija del matrimonio, Ana Aznar. También otras caras conocidas como Carmen Lomana, el conde Rudi o Valeria Mazza, habituales del evento.