En pleno 2022 existen múltiples métodos anticonceptivos para mujeres (implantes, parches, inyecciones, píldoras, anillos vaginales, dispositivos intrauterinos, esponjas espermicidas, ligadura de trompas, píldora del día después…) y solo dos para hombres: los preservativos y la vasectomía.
De todos los métodos anticonceptivos actuales, los preservativos son el único justo, que no supone molestias añadidas o efectos secundarios ni para los hombres ni para las mujeres. Pero con frecuencia se prioriza placer por encima de la seguridad y se utilizan otras alternativas a los profilácticos (o en ocasiones ningún método de protección).
Los avances para desarrollar métodos anticonceptivos masculinos se han desarrollado a un ritmo muy lento debido a que no hay una sensación de urgencia y a que se centran en un tratamiento sin efectos adversos para los hombres. En 1990 una investigación liderada por la OMS constató que grandes dosis de testosterona podrían resultar efectivas para reducir la producción de semen, pero tendría efectos secundarios, por lo que se desechó. Lo interesante es que los efectos secundarios que se identificaron (cambios de humor, subida de peso, acné, depresión) son los que tienen las píldoras anticonceptivas femeninas, que implican grandes cambios hormonales para la mujer y que, sin embargo, están vigentes desde 1960.
Más información
A finales de marzo de este año, un grupo de investigadores de la Universidad de Minnesota anunció los resultados de una investigación en relación a una píldora anticonceptiva no hormonal masculina: el YCT529. Al experimentarla con ratones mostró un 99% de fiabilidad y entre 4-6 semanas después de interrumpir el tratamiento los roedores volvieron a ser fértiles. Se prevé que los ensayos en humanos comiencen pronto, pero, aún en el caso de que fueran exitosos, su desarrollo comercial podría tardar diez años.
¿Por qué no es urgente todavía compartir la responsabilidad del control de la natalidad entre hombres y mujeres? ¿Por qué la mujer ha tenido que tolerar durante 60 años efectos secundarios mientras que los hombres se niegan a sufrirlos? Varios estudios académicos han apuntado a los prejuicios de género dentro de la propia comunidad científica.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook y Twitter, o visitar nuestra pagina oficial.
La nota precedente contiene información del siguiente origen y de nuestra área de redacción.