La flor de cempasúchil, también conocida como tagetes erecta, es una planta que posee una gran relevancia en la cultura mexicana y es considerada un símbolo importante durante las celebraciones del Día de los Muertos. Esta tradición ancestral ha sido preservada a lo largo de los años y representa un elemento clave en las festividades que honran a los seres queridos que han fallecido.
El origen de la flor de cempasúchil se remonta a la época prehispánica, donde los aztecas la utilizaban con fines medicinales y rituales. Su color llamativo y vibrante, que va desde el amarillo intenso hasta el naranja brillante, se consideraba un reflejo de la energía y vida de los difuntos. Hoy en día, esta flor sigue siendo empleada en altares y ofrendas, tanto en hogares como en cementerios.
La flor de cempasúchil también tiene un significado simbólico profundo. Se cree que su aroma y colores atraen y guían a los espíritus de los difuntos hacia sus seres queridos durante las festividades del Día de los Muertos. Además, se utiliza como camino para que los difuntos encuentren su camino de regreso a casa.
El mantenimiento de esta tradición y la preservación de la flor de cempasúchil son considerados de suma importancia por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México (SADER). La institución reconoce el valor cultural de esta planta y promueve su cultivo y conservación, asegurando así la continuidad de esta tradición ancestral.
La flor de cempasúchil no solo es relevante en el ámbito cultural, sino también en el económico. Durante la temporada de Día de los Muertos, se registra un alto consumo de esta planta tanto a nivel nacional como internacional. Esto ha llevado a que su cultivo se haya convertido en una actividad lucrativa para muchos agricultores mexicanos, generando empleo y movimiento económico en las regiones donde se produce.
En resumen, la flor de cempasúchil es una planta de gran relevancia cultural en México, especialmente durante el Día de los Muertos. Su preservación y cultivo son fundamentales para mantener viva esta tradición ancestral y para generar beneficios económicos en las comunidades que la producen.
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