Ebrahim Raisi, presidente de Irán, reprobó el jueves las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini, quien fue detenida y golpeada por la Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo, y señaló que los “actos de caos” no son aceptables.
En una conferencia de prensa al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, Raisi añadió que había ordenado una investigación sobre el caso de Mahsa Amini, de 22 años.
“Hay libertad de expresión en Irán (…) pero los actos de caos son inaceptables”, dijo Raisi, que se enfrenta a las mayores protestas en la República Islámica desde 2019.
Las mujeres han tenido un papel destacado en las manifestaciones, agitando y quemando sus velos, y algunas se han cortado el pelo públicamente en un desafío directo a los líderes clericales.
Las poderosas Guardias Revolucionarias de Irán pidieron al poder judicial que persiga a “aquellos que difunden noticias falsas y rumores”, en un aparente intento de quitarle fuerza a las manifestaciones a nivel nacional.
En un comunicado, la Guardia expresó su solidaridad con la familia de Amini. El grupo de derechos kurdos Hengaw publicó un video en el que se oyen fuertes disparos durante una protesta y acusó a las fuerzas de seguridad de “utilizar armas pesadas y semipesadas contra los civiles” en la ciudad noroccidental de Oshnavieh.
Los manifestantes de Teherán y otras ciudades incendiaron comisarías y vehículos, mientras la indignación por la muerte de Amini no daba señales de disminuir, con informes de ataques a las fuerzas de seguridad.
Un video publicado en la cuenta de Twitter 1500tasvir mostraba las protestas en la ciudad noroccidental de Bukan con el sonido de los disparos de fondo, mientras las publicaciones en las redes sociales decían que las manifestaciones se habían extendido a la mayoría de las 31 provincias de Irán.
El Ministerio de Inteligencia iraní también trató de romper el impulso de las manifestaciones, diciendo que la asistencia a las mismas es ilegal y que cualquiera que participe se enfrentará a un proceso judicial, informaron los sitios web de noticias iraníes.
Raisi dijo que la amplia cobertura del caso de Amini era el resultado de un “doble rasero”.
“Todos los días en diferentes países, incluido Estados Unidos, vemos morir a hombres y mujeres en encuentros con la policía, pero no hay sensibilidad sobre la causa y el tratamiento de esta violencia”, dijo.
Estados Unidos sancionó el jueves a la policía de la moralidad de Irán, acusándola de abusos y violencia contra las mujeres iraníes y de violar los derechos de los manifestantes pacíficos iraníes, informó el Tesoro estadounidense.
La mayor parte de los disturbios se han concentrado en el noroeste de Irán, de población kurda, pero se han extendido a la capital y a al menos 50 ciudades y pueblos, y la policía ha utilizado la fuerza para dispersar a los manifestantes. Amini era de la provincia del Kurdistán.
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