El presidente de Italia, Sergio Mattarella, invocó el antifascismo como una respuesta a la “tibieza” del líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia, Giorgia Meloni. En un discurso en conmemoración del día de la liberación de Italia del fascismo, Mattarella declaró que “la lucha contra el fascismo no es sólo una cuestión del pasado, sino que es crucial para nuestro presente y nuestro futuro”, en clara referencia a la retórica y políticas de Meloni y su partido.
El mensaje de Mattarella llega en un momento de creciente preocupación por el avance de la extrema derecha en Italia y en toda Europa. Desde la llegada al poder del gobierno de coalición entre la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, se ha dado un impulso a políticas antiinmigrantes y se ha fomentado un discurso de odio que ha llevado a un aumento de la violencia contra inmigrantes y otros grupos marginados.
Entre las consecuencias más preocupantes de este clima de polarización y confrontación se encuentran el aumento de la xenofobia y el racismo, la erosión de los derechos civiles y humanos, y la amenaza a la democracia y el estado de derecho en Europa. La retórica del fascismo y la extrema derecha no sólo es dañina para las personas e instituciones, sino que también pone en peligro la convivencia pacífica y la estabilidad política y social de los países y la región en su conjunto.
En este contexto, es relevante destacar la importancia de mantener un compromiso firme con los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos como la mejor manera de prevenir y contrarrestar el avance de la extrema derecha y el fascismo. Mattarella lo resumió bien en su discurso, al afirmar que “mantenemos viva la memoria de la lucha contra el fascismo para que nunca más volvamos a caer en las garras de una ideología que amenaza con destruir nuestra libertad y nuestra dignidad”.
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