Las zonas arqueológicas de México representan uno de los mayores atractivos turísticos del país, con un legado cultural que resuena a través de los siglos. Según datos del INAH, en 2025, más de 6 millones de personas visitaron estas emblemáticas localidades, reflejando un interés continuo por la rica historia prehispánica que alberga el territorio mexicano.
Chichén Itzá se destaca como la zona arqueológica más visitada, con más de 1.5 millones de visitantes en el año, seguida por Teotihuacán, que atrajo a 1.1 millones, y Tulum, con más de 790 mil visitantes. Este ranking subraya la importancia cultural y turística de estos sitios, que no solo favorecen la economía local sino que también robustecen la identidad histórica de México.
A lo largo del país, hay más de 200 zonas arqueológicas abiertas al público. Las más populares, como Chichén Itzá, Teotihuacán y Tulum, son celebradas por su valor histórico y atracción turística. Otros sitios reconocidos, como Monte Albán en Oaxaca, El Tajín en Veracruz y Palenque en Chiapas, también son altamente visitados gracias a su impresionante arquitectura y rica cultura.
El atractivo de estas zonas radica en la experiencia cultural que ofrecen, invitando a los turistas a conectar con el pasado y a explorar la grandeza de civilizaciones que definieron Mesoamérica. Estas ruinas no son solo vestigios del pasado, sino escenarios vivos que susurran historias que continúan fascinando a los viajeros. La comodidad de acceso y el creciente interés por el turismo cultural hacen que el aforo de visitantes crezca notablemente.
Las repercusiones en el turismo nacional son innegables. La afluencia a estos sitios no solo llena de vida las arcas de las comunidades locales al generar empleos y reactivar la economía, sino que también posiciona a México en el mapa internacional como un destino de turismo histórico y cultural. La conservación de estas zonas fomenta un modelo de turismo sostenible, equilibrando el desarrollo económico con la preservación del patrimonio cultural.
Después de los tres primeros lugares, otros destinos igualmente impresionantes incluyen Monte Albán, que recibió 271 mil visitantes, y El Tajín y Palenque, con 259 mil y 219 mil respectivamente. Cada uno de estos lugares refleja diferentes épocas del México antiguo a través de su estilo arquitectónico único, contribuyendo a la diversidad del patrimonio cultural del país.
Sitios adicionales como Uxmal en Yucatán, Chacchoben y Cobá en Quintana Roo, así como Malinalco en el Estado de México, aunque con menos visitantes, añaden valor a la exploración del rico pasado prehispánico de México.
El panorama turístico en torno a estas zonas refleja un vibrante interés por la herencia cultural que se mantiene viva en el país. La información presentada corresponde a datos recopilados hasta el 30 de septiembre de 2025.
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