En el día de ayer, dos profesoras de educación física de Sabadell fueron llamadas a declarar ante un juzgado por un caso de homicidio imprudente. Las docentes se encontraban a cargo de un menor que se ahogó en el río Ebro durante una excursión escolar. Aunque aún no hay una resolución definitiva del caso, es preocupante la responsabilidad que recae sobre los profesionales encargados de la seguridad y bienestar de los estudiantes.
Este hecho nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la formación continua de los docentes. Muchas veces creemos que la formación académica es suficiente para ejercer la docencia, pero casos como este demuestran que no es así. Los profesores deben estar capacitados no solo en materias curriculares sino también en primeros auxilios, técnicas de rescate y procedimientos de emergencia para poder actuar adecuadamente en situaciones de riesgo.
Además, es fundamental que las instituciones educativas y las autoridades correspondientes asuman su responsabilidad en la supervisión de las excursiones escolares. Se deben establecer protocolos claros y precisos para garantizar la seguridad de los estudiantes en todo momento. No podemos seguir permitiendo que se ponga en riesgo la vida de los jóvenes por falta de medidas preventivas adecuadas.
En definitiva, este triste suceso nos recuerda que la labor docente va más allá de la transmisión de conocimientos. Los profesionales de la educación tienen la responsabilidad de cuidar y proteger a sus estudiantes en todo momento. Esperamos que la justicia determine la verdad sobre este caso y que se tomen las medidas necesarias para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a ocurrir en el futuro.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial.