El término metaverso fue utilizado por primera vez en la novela de ciencia ficción Snow Crash, escrita por Neal Stephenson en 1992, e inspirada en trabajos anteriores como Neuromancer. El concepto hace referencia a una experiencia virtual inmersiva mediante dispositivos de realidad virtual y aumentada, que permiten a una persona interactuar en el entorno virtual como lo hace en el mundo físico.
Se espera que este espacio virtual permita experimentar una realidad paralela a nuestro mundo físico, en donde se pueda socializar, crear, trabajar y hacer negocios. Si esta plataforma realmente es abierta y ofrece la capacidad de que los usuarios puedan extenderla, las posibilidades son infinitas. Como Director de Tecnología en frog, sé que muchas empresas tendrán canales adicionales para llegar a sus consumidores e incluso crearán productos y servicios para ser consumidos en estos mundos. Mientras que los individuos contaríamos con nuevos lugares para compartir ideas y colaborar de manera más natural con otras personas independientemente de nuestra ubicación geográfica.
Bloomberg Intelligence proyecta que el metaverso alcance un valor potencial de 800 mil millones de dólares. Tan solo en 2020, Meta realizó una inversión de 18,500 mdd que, en buena parte, se destinó a su unidad de realidad virtual (RV) y realidad aumentada (AR), conocida como Facebook Reality Labs, que es la principal encargada del desarrollo de su metaverso.
Diseñar productos, servicios y negocios para el metaverso promete ser una nueva gran experiencia y oportunidad, sin embargo, aquí destaca la importancia del diseño centrado en las personas para evaluar, analizar y cuestionar cómo se pueden crear, con ayuda de la tecnología, experiencias mejores y más significativas para las diversas audiencias.
Aunque actualmente el acceso a las primeras versiones del metaverso se puede hacer a través de smartphones o dispositivos como el visor Oculus, se espera que estos gadgets se vuelvan más sofisticados, incluso con sensores que permitan transmitir las expresiones faciales y movimientos de manera fiel en el metaverso. Para quienes diseñen estos dispositivos y estas experiencias debe quedar presente la meta de evitar reproducir en el metaverso las problemáticas del mundo analógico, así como las posibilidades de combatir las barreras que existen para que todas las personas puedan disfrutar de los potenciales beneficios de este nuevo entorno.
Los mexicanos tenemos el potencial de convertirnos en agentes importantes en la definición de la forma del metaverso, no sólo como consumidores sino como generadores de ideas. Idealmente, en este mundo virtual, más allá de nacionalidades y ubicación geográfica, se valorará la capacidad de crear experiencias increíbles para las personas. Las habilidades de desarrollo, la creatividad, el enfoque en los usuarios, así como la capacidad de adaptación determinarán qué nuevas aplicaciones tendrán éxito en el metaverso.
Si creemos que la idea del metaverso es positiva para la humanidad, entonces debemos asegurarnos de apoyar aquellos proyectos que promuevan los estándares abiertos, la interconectividad, la neutralidad y la extensibilidad, para asegurar que podremos participar en estos nuevos mundos de manera segura y en nuestros propios términos.
* Director de Tecnología en frog
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook y Twitter, o visitar nuestra pagina oficial.
Esta nota contiene información de varias fuentes en cooperación con dichos medios de comunicación.