Aproximadamente más de 93,5 millones de mexicanos inscritos en el Padrón Electoral están llamados a las urnas este 6 de junio. Se les llama para elegir miles de cargos locales, la renovación completa de la Cámara de Diputados federal y de los cargos ejecutivos en 15 de las 32 entidades federativas. En todas estas carreras, Andrés Manuel López Obrador se juega el futuro de su proyecto político.
Se lo juega a corto y medio plazo, porque de la disposición de mayorías federales y poderes regionales depende buena parte de su margen de maniobra para la aprobación de reformas, cambios de puestos clave e implementación de políticas. Pero también se lo juega a largo, porque del resultado dependerá el asentamiento definitivo de Morena, el partido que fundó hace ya casi una década, en todo el territorio nacional.
Elecciones federales
Lo que está en juego. En la Cámara de Diputados hay 500 miembros. Actualmente, Morena dispone de mayoría absoluta con 256 de ellos. Esto le basta para manejar el proceso legislativo ordinario. El siguiente escalafón de poder implicaría conseguir una mayoría calificada de dos terceras partes de la Cámara (a partir de 334 curules) para buscar reformas de mayor ambición.
A tal efecto, Morena ha tenido que llegar a acuerdos preelectorales con partidos afines. Para impedirlo (es decir, para lograr que Morena y sus afines no toquen esos 334 escaños), la oposición ha debido hacer lo mismo. Pero esos acuerdos deben articularse en diferentes lugares, algo ineludiblemente atado tanto al complejo sistema de elección como a la normativa impuesta por el Instituto Nacional Electoral (INE) este año.
Cómo se elige. De los 500 miembros de la Cámara en todo el territorio federal, tres quintos (un 60%) se eligen en 300 distritos por mayoría simple: al igual que sucede en la elección presidencial, el candidato que en cada uno de los distritos queda como más votado, logra su curul. Son, de hecho, 300 pequeñas elecciones separadas.
En los dos quintos que restan (40%) se producen cinco elecciones separadas en cinco grandes circunscripciones, que eligen a un total de 200 curules siguiendo un sistema proporcional, no mayoritario como pasa con las otras 300. Este sistema se basa en listas presentadas por cada partido, de manera que los votantes escogen su lista, no su candidato. Se vota, pues, por el partido. Como las circunscripciones están diseñadas de manera que contengan una cantidad más o menos pareja de población dentro de cada una, estos 200 puestos se reparten de manera equitativa entre ellas, a razón de 40 por circunscripción.
Elecciones de gobernadores
Si en las federales, Morena se juega su poder aliado para lo que queda de mandato de López Obrador, en las gubernaturas este partido (y los demás) buscan afianzar o defender el poder territorial del que disponen.
Qué está en juego. Casi la mitad (15) de las 32 entidades federativas que componen los Estados Unidos Mexicanos someterán a su máximo mandatario ejecutivo a una elección.
Ocho de ellas están en manos del PRI; cuatro, del PAN. Solo una, Baja California, se encuentra bajo el manto de MORENA. Otra más (Michoacán) es del PRD y aún otra es independiente (Nuevo León, donde se encuentra el actual gobernador y poco exitoso candidato presidencial Jaime Rodríguez Calderón El Bronco). Ante este panorama, Morena se plantea el objetivo de acabar la elección con un saldo positivo, restándole implantación a los viejos partidos.
Cómo se elige. Acerca las votaciones a una sola vuelta que se ganan por mayoría simple del candidato con más apoyo, igual que las presidenciales mexicanas.
Quién compite. Ante la probabilidad de una expansión de Morena, PAN, PRI y PRD consolidaron once candidaturas coordinadas bajo el mismo paraguas de “Va por México”. En otros dos (Guerrero, Nuevo León) hay alianza PAN-PRI; y en Chihuahua, PAN-PRD. Querétaro es el único Estado sin coordinación entre la oposición.
La coalición oficialista, por su parte, se presenta de manera coordinada también en 14 de las 15; salvo Querétaro. En todas la candidatura la pone Morena, menos en San Luis Potosí, donde es del Partido Verde (PVEM). A nivel estatal, además, “Juntos Haremos Historia” cuenta con apoyos de otros partidos minoritarios, como Nueva Alianza.