La provincia canadiense de Quebec ya ha ocupado titulares por sus medidas de peso para hacer frente a la pandemia, pero sus autoridades quieren subir el listón. El siguiente paso que desean dar es aplicar un impuesto a los no vacunados.
François Legault, primer ministro quebequés, señaló en rueda de prensa que “estas personas suponen una carga muy importante para la red sanitaria”, ya que constituyen el 10% de los elegibles para vacunarse, pero ocupan el 50% de los espacios en cuidados intensivos. “Tendrán que pagar una contribución”, afirmó Legault. “Creo que es razonable que la mayoría de la población exija consecuencias”, añadió.
Canadá ha sufrido en las últimas semanas un aumento considerable de las infecciones, sobre todo por el impacto de la variante ómicron. Los hospitales atienden a miles de pacientes, pero buena parte del personal sanitario ha tenido que ausentarse al resultar contagiado.
Diversos servicios —como cirugías y biopsias— sufren retrasos. Este miércoles, el país registró 22.617 nuevos casos, el 36% de los mismos en Quebec. La provincia francófona fue la primera en Canadá en autorizar que los trabajadores sanitarios se reincorporen a sus labores pese a dar positivo en pruebas de detección, siempre y cuando no presenten síntomas de la enfermedad.
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El primer ministro Legault señaló el jueves que presentará un proyecto de ley ante la asamblea provincial, en las próximas semanas, para abrir los debates al respecto. Hay varias medidas que Legault ha tomado en la pandemia sin pasar por la asamblea, pero el tema del impuesto sí será debatido por los diputados. Sin embargo, su partido tiene mayoría parlamentaria, así que no necesita del apoyo de otras fuerzas.
Respecto al monto, señaló que “50 o 100 dólares no serían suficientes” para él. Según cálculos de Francis Vailles, periodista de La Presse, los no vacunados han implicado un gasto promedio al día de cerca de un millón de dólares canadienses (698.000 euros) a la sanidad quebequesa en el último mes.
Sería la primera vez que una disposición de este tipo entre en vigor en América. Aunque hay países europeos que han aprobado multas a los no inmunizados. Desde inicios de enero, los griegos mayores de 60 años que no estén vacunados deben pagar 100 euros mensuales.
“No es un castigo. Es una tasa sanitaria”, declaró el primer ministro Kyriakos Mitsotakis. En febrero comenzará a aplicarse en Austria una multa, que podría alcanzar 3.600 euros, para los mayores de 14 años sin vacunarse. Asimismo, las autoridades de Singapur dejaron de cubrir los gastos médicos de la covid desde el 8 de diciembre a los pacientes no vacunados. En estos países, al igual que lo contempla la provincia de Quebec, hay una excepción para quienes no puedan recibir la inyección por motivos de salud.
Louis-Philippe Lampron, profesor de la Universidad Laval y experto en derechos fundamentales, comenta que este asunto podría llegar a tribunales. “Es un ataque importante al derecho a la integridad física. El derecho a la salud permite a una persona aceptar o rechazar un tratamiento propuesto.
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